Entre tus calles
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Hoy es uno de esos días en donde a mi como a todo venezolano me agobia una gran nostalgia, ese sentimiento que me hace extrañar a todas las personas que amo que vivieron muy cerca de mi pero que hoy día están a miles de kilómetros. Uno de esos días en donde me duele abrir los ojos, mirar a mi entorno y ver lo lastimada que está mi querida Venezuela, hoy me acorde de un poema que escribí hace un par de meses para una clase en la universidad, mientras lo leía delante de todos mis compañeros una de las personas más importantes para mi tocaba una melodía en su guitarra, es una de esas persona que ya no está y una de las principales motivaciones que me llevo a escribirlo y crear ese sentimiento catártico. Hoy tomé la decisión de compartir ese poema con ustedes, en él trato de retratar la cruda batalla que hoy en día se debate en mi país y que hay momentos en donde parece no existir salida. Es importante que a pesar de todo no perdamos la fe y pronto nos volveremos a encontrar todos en una tierra que renace como el ave fénix, reconstruyéndose de sus propias cenizas. Espero lo disfruten.
con niños a tu vereda jugueteando y profesionales retornando a casa bajo el crepúsculo.
¿En qué momento te perdimos? ¿Cuándo tus tierras escaparon de nuestras manos?
El tiempo se esfumó, nuestro amarillo y azul perdieron la batalla ante el rojo,
y caímos de cabeza, en 180 grados dibujados en sangre, en mentiras hipnóticas.
Fuimos embobados por promesas imperantes, promesas lideradas por el viento.
Aprisionaron sonrisas, ataron acciones, callaron palabras y los derechos fueron al bote.
Hoy tus hijos huyen como animales escapando de un incendio, de este terrible infierno.
Muchos telones se cierran con la cruda y fría obra de Cruz Diez…
Pero la historia continua para unos pocos.
Entre tus calles los niños se hunden en la basura como gatos famélicos.
Entre tus calles ya no juegan, ya no ríen, hay hambre, muerte y dolor.
Ellos pretenden retratarle al mundo su versión del país de maravillas,
Pero la verdad se refugia miedosa en la clandestinidad de la historia.
Balas con las que silenciaron a muchos de los valientes que alzaron su voz entre tus calles,
Solo el sabio verá el entrelineas que reflejan los puestos vacios de cada hogar,
donde un abrazo y las lagrimas son el espejo de un sincero adiós,
El adiós que dejó la libertad una lluviosa mañana de diciembre y más nunca regresó.
Solo queda tu frágil silueta coloreada de rojo, débil, sin fuerzas, llena de farsas.
Venezuela, hoy son pocos hijos que están aferrados entre tus calles,
donde la esperanza fue sepultada en tus ruinas, yació cansada de luchas sin resultados.