¿Cuánto tiempo esperarías por el amor de tu vida?. Historia corta

in #writing7 years ago (edited)

CARTAS AL EDITOR.

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Lágrimas. Esta historia empieza con lágrimas y termina con lágrimas.

Laura fue mi compañera y mi amiga incondicional durante los primeros años de mi vida, por las dulces casualidades de la vida teníamos la misma edad y nuestra amistad se remontaba a aquellos primeros indicios de lucidez, recuerdos, que solo se convirtieron en recuerdos por la trascendencia que ella le daba a esos momentos con su presencia. Basta con decir que eramos almas gemelas.

Era una niña de cabellos crespos y castaño claro, de tez bronceada y ojos marrones, su apariencia realmente nunca me importó, porque eran la guinda a la perfección intangible que la rodeaba, supongo que nunca fue necesaria tanta belleza de por medio, yo igual la hubiese amado. Laura se convirtió en una señorita mientras yo crecía al mismo ritmo que ella, de pronto la inquebrantable amistad que existía de por medio dejó de ser tan inocente dejando entrever halos de atracción entre nosotros.

Nos encantaba deambular por el vecindario, dejar historias en los parques y en ocasiones tomarnos de la mano sin que nadie se percatara de ello, disfrutábamos de nuestra compañía muchas veces en silencio. Una de nuestras verdaderas aficiones compartidas era la lectura, así que consumimos libros a tropel que intercambiábamos al terminarlos; en nuestro libro favorito, el autor desarrollaba un drama familiar en Rochester, Nueva York, una familia que vivía a orillas del Lago Ontario y cuyos miembros lucharían incansablemente por superar las dificultades hasta lograr alcanzar la felicidad, Rochester parecía un lugar increíble, así que pasábamos horas tratando de imaginar cómo sería vivir allí, como serían los personajes, si se parecerían a nosotros, éramos unos soñadores.

Los sábados teníamos una rutina, nos sentábamos en el Café Liverpool – a unas 5 cuadras de casa – degustábamos un chocolate caliente mientras leíamos World Highlights Magazine, luego íbamos al cine y al salir nos conseguíamos con algunos amigos en la Plaza del Este, para volver tarde a casa, tomados de la mano, sin que nadie pudiera vernos.

Al cumplir 16 años Laura era ya una mujer de una belleza inconmensurable y yo un chico bastante afortunado de estar con ella, sin embargo, su cumpleaños fue víspera de una tragedia que cambiaría nuestras vidas, sobretodo la suya, sus padres murieron en un accidente de coche, Laura devastada no tuvo otra opción que ir a vivir con una tía suya, así que la extraordinaria felicidad de estar siempre juntos se vio perturbada por este acontecimiento.

La acompañé en su dolor durante varios largos meses, solo nos veíamos los sábados, ya no íbamos a la plaza con los amigos, solo éramos ella y yo actualizándonos de la semana y aprovechando el poco tiempo juntos, Laura aún no se recuperaba de dicho golpe. Un sábado como cualquier otro, casi un año después del accidente Laura parecía más distraída que de costumbre, hasta que me tomó por sorpresa y me dijo sin ningún tipo de anestesia: -“He decidido irme…” –“¿Irte? ¿De qué hablas? ¿Irte a dónde?” –“Aún no se lo he dicho a nadie, ni siquiera a mi tía, la pobre está muy afectada todavía y decirle que me voy la destrozará, pero debo hacerlo” –“Cariño, ¿pero a dónde planeas ir? Por favor termina de decirme, de verdad me tienes muy confundido” –Hace un par de meses, me alisté en la marina mercante, ¡me voy en 6 meses!” –“Dime que no es cierto… pero, pero, ¿qué pasará con nosotros?, cariño te amo, hemos estado juntos desde siempre, ¿que haré sin ti?” –“Sé que es duro, pero ya no puedo continuar aquí, la pérdida de mis padres me ha hecho tomar la decisión de cambiar de ambiente, yo también te amo, tú lo sabes, pero ya no me aguanto este pueblo, tengo que descubrir quien soy, hay un mundo allí afuera que descubrir y tú más que nadie sabes que tanto hemos imaginado como es, tanto soñar merece la pena intentarlo al menos ¿no?”, dudé, estaba en shock, fue como bajarme del cielo de un tirón, lo tenía todo y de repente ya no tenía nada, le dije: -“pero yo nunca me lo imaginé sin ti” luego de una pausa, agregue: -“¿cuánto tiempo será?” – “3 años y medio”, respondió Laura.

Laura cumplió 17 años y los celebramos con una pequeña torta, no hubo aplausos ni hubo fiestas, los celebramos en silencio, su tía ya enterada de la noticia de su partida no terminaba de hacerse a la idea. Pasaron los 6 meses anunciados, entre negaciones e infelicidad dí un vuelco y aposté todo por ella, por nuestros sentimientos y por su regreso, intentamos vernos más de una vez a la semana, pero siempre continuamos viéndonos los sábados. El día esperado sería un domingo, así que ese sábado anterior no fallaríamos a nuestro encuentro. –“¿Qué desean ordenar los jóvenes hoy?” –“Hola Bárbara, ¡buenas tardes! para mí un macchiato, para la señorita…” –“un cappuccino está bien” –“¡un cappuccino por favor!”, -“Ok jóvenes, ya les traigo su orden” –“¡Ah, Bárbara! por favor no olvides 2 ejemplares de World Highlights Magazine” –“¡Enseguida joven!”. Laura preguntó: -“No entiendo para qué pides una revista el último día antes de mi viaje, solo quiero estar contigo, que hablemos, no leer”, a lo que respondí: -“Te prometo que solo será un momento, quiero enseñarte algo”.

Al regresar Bárbara, dejó en la mesa los dos cafés y las dos revistas, acto seguido tomé la mía para revisarla: -“Déjame chequear primero, aquí está, es hermoso” –“¿Qué es?” –“Toma la tuya y ve a la página 4”. Cuando Laura tomó su revista y fue a la página indicada esto fue lo que vio, el texto decía lo siguiente: “Cartas al editor: esta vez la revista ha decidido ceder este espacio y el de la página siguiente para honrar a dos acérrimos lectores, para honrar el amor”, un poco más abajo habían otras líneas que decían así: “Laura, nuestro amor siempre será el único pedazo de espacio-tiempo que importe. Vive tus sueños, algún día caminaremos tomados de la mano de nuevo pero lo haremos aquí, a la vista de todos”, a tamaño completo abarcando las dos páginas de la revista había una foto de Charlotte Beach, en Rochester Nueva York, que mostraba un muelle en el fondo y un chalet al frente, todo matizado por un increíble atardecer.

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Fuente: https://www.pinterest.com/mkuder2/rochester-ny/

Laura quedó estupefacta, vacilante, el siguiente gesto que se observó en su rostro durante los siguientes instantes fueron solo lágrimas, se abalanzó sobre mí, me besó y con la voz temblorosa me dijo: -“sí lo que has querido es que no me vaya, lo has logrado” -“No bebe, no puedo hacerte eso, tu sabes que te amo pero nunca te haría quedarte, no es justo para ti”, luego de abrazarme un rato entre sollozos, se incorporó y me dijo: “No tengo palabras para lo que hiciste, cuando sea el momento de regresar te lo haré saber de igual forma, saber que tu lees las mismas líneas que yo me hará sentir más cerca de ti, espérame e iremos a Rochester juntos”.

Laura finalmente se fue, para que hablar de la despedida… Unos meses después de su ida opté por irme a estudiar en un pueblo vecino abandonando mi hogar materno por los próximos años, sin embargo, semanalmente compraba la revista en cuestión cumpliendo la promesa que nos habíamos hecho, esperando por su regreso.

Cuando transcurrieron los primeros tres años, creí que faltaba poco para su vuelta, pero a medida que seguía pasando el tiempo fui perdiendo la esperanza que así fuera y hasta deje de contar los meses, siempre me pregunté porque nunca envió siquiera una postal en medio de suviaje de autodescubrimiento. Cuando se cumplieron 5 años de su partida, verifiqué la World Highlights Magazine por última vez, era el volumen 367, jamás lo olvidaré. Una vez que intenté sepultar a Laura en el olvido y empezar de nuevo, entonces mis padres fallecieron, uno a la vez, nada traumático, solo murieron de viejos, así que continúe viviendo en el pueblo vecino cerca de mi trabajo, yo no era un hombre tan agraciado y ahora con conductas asociales, pero logré ingeniármelas para tener algunas conquistas, a pesar de ello, ninguna mujer me entusiasmaba de la forma como Laura lo hizo y terminaba desinteresándome por completo, aunque la verdad es que ya pensará menos en ella aún seguía presente cada día. Y así, pasó el tiempo hasta que llegó mi cumpleaños número 30, era un hombre solitario -sin familia, sin amigos, sin pareja- que se dedicaba solo a trabajar.

Aquí, es donde todo comienza a ser confuso, durante un fin de semana que no tenía nada especial, viajé algunos kilómetros en coche hasta mi vieja casa materna, al llegar estacioné al frente de la casona y notando que el pórtico estaba abierto entré sin imaginar lo que allí me esperaba. Casa grande de largos corredores al estilo colonial, llamé por mi madre varias veces sin lograr dar con ella, revisé cuartos, cocina, salas y no lograba dar con ella. Cuando me aproximaba al último patio ella se asomó de repente, se veía sudada y agitada como si viniera de hacer algún esfuerzo físico, -“¡Hijo!, ¡Ya llegaste!” exclamó, “Si mamá, ya pensaba que habías salido y dejado la puerta abierta, no te he encontrado en ningún lado” –“Si hijo, es que no te escuché llegar, discúlpame, también estaba un poco ocupada ahora mismo”.

Noté cierto nerviosismo en ella así que sin dudar le pregunté: -“¿Ocurre algo mamá?” –“No hijo, no pasa nada…pero…” -“¿pero qué mamá?” –“Atrás hay alguien que quiere verte”. Mamá no necesitó decir nada más, yo entré a toda prisa al último patio de la casa y allí estaba ella.

Sentí mareos, náuseas, desdicha, yo no quería hablar con ella, solo quería preguntarle ¿por qué?. Me tomó unos minutos sobreponerme a la impresión, ella permanecía allí, impasiva, inmutada. Ella era ahora toda una mujer, una elegante, los años no habían pasado por ella ni tampoco minaron su belleza, me miraba fijamente con un gesto medido milimétricamente. Finalmente me acerqué y me senté al frente de ella, solo alcancé a decir “Hola”.

-“¡Hola!, sé que esto no es fácil para ti pero tampoco lo es para mí, sin embargo, estoy aquí” –“De eso me puedo dar cuenta, ¿por qué has venido?” –“sé que ha pasado mucho tiempo pero una promesa es una promesa, estoy segura que ahora mismo no lo entenderás” –“mucho tiempo es una forma fácil de decirlo, han sido 13 años, ¡13!, me destruiste, estuve años esperándote y luego de ello no he podido hacer mi vida con nadie más” –“lo sé, lo mismo me ha pasado a mí” –“sigo sin entender entonces por qué no habías regresado”. La hermosa dama con blusa de encaje blanco, tomó su bolso y sacó de él lo que parecía ser algún tipo de publicación, me la alcanzó y pude observar de que se trataba, era un ejemplar del World Highlights Magazine, la miré atentamente durante unos instantes tratando de adivinar qué era lo que allí ocurría, la abrí y fui directamente a la página 4, allí estaba el tantas veces inspeccionado “Cartas al editor” en una de las notas se podía leer: “En ocasiones las promesas toman tiempo, sobretodo cuando las casualidades conspiran contra la felicidad, ven a Rochester y encuéntrame amor mío, no puedo volver”. Al cerrar la revista pude advertir que decía: Vol. 371, publicada solo dos meses desde que la revisé por última vez.

–“No puede ser, no puede ser,...”, yo no lograba articular palabras diferentes a esas, -“pero que ha pasado, ¿Por qué no intentaste contactarme de otra forma” –“Porque tus padres murieron y sin nadie que recibiera las cartas, todas fueron devueltas a la oficina del correo”. Ante estas palabras comencé a llorar desconsoladamente, imaginando tantos años perdidos estando lejos de ella, quise abrazarla una vez más, pero ya era demasiado tarde.

Mis párpados se encontraban ahogados en lágrimas, creo que nunca lloré tanto, ni siquiera cuando mis padres murieron, la oscuridad y la soledad en mi habitación aumentaban mi desconsuelo y me despojaban de serenidad alguna. Me pregunto qué pasaría si verificará el mencionado volumen, qué pasaría si fuese a la oficina de correos a indagar, no sé si Laura está viva o está muerta, no sé qué habrá sido de ella, no sé por qué no regresó ni si deba seguir esperándola, no sé si ir a Rochester.

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Cartas al editor es mi primera historia corta, dicha obra empleó como recurso la imagen de https://www.pinterest.com/mkuder2/rochester-ny/ para desarrollar la historia, aprovecho de agradecer a sus autores por esta vía.

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Ya va ¿qué? El final, ¿era un sueño o un espejismo?
Que linda su infancia juntos <3

jajaja la interpretación es parte esencial de la lectura mi querida Aleli, hasta ahora nadie nos ha explicado el final de inception tampoco no? Gracias por leer :*

oye que linda historia me gusto mucho de verdad siga asi, vas muy bien. éxito amigo. te regalo un voto y te sigo, entra al mio @katiuska y vea mis historias.

Hola Katiuska, muchas gracias por los buenos comentarios. Te estaré siguiendo para chequear tus publicaciones!