-Cuéntame un cuento
-Había un hombre que estaba solo, lo observé durante un rato.
-¿Por qué lo observabas?
-Quería algo de él
-¿Qué era?
-No sé si pueda explicártelo
-¿Lo obtuviste?
-Sí. Retozó y gimió durante un rato, pero luego se cayó rendido mientras cerraba los ojos lentamente.
-¿Despertó luego de eso?
-No lo sé, creí verle sonreír y me retiré.
-¿No sentiste pena al dejarlo?
-No se debe sentir pena por el descanso de nadie.
-Ya veo.