Cuentos de Runaterra: Pesadilla virtual

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La noche de Halloween era una de las más esperadas por los jugadores de Wild Rift, el popular juego de estrategia y combate en línea. No solo por las divertidas skins temáticas que podían usar sus personajes favoritos, sino también por la llegada de un nuevo campeón al juego: Fiddlesticks, el espantapájaros viviente.


Fiddlesticks era una criatura terrorífica, un montón de trapos y paja que ocultaba un ser de pura maldad. Su habilidad especial era invocar un enjambre de cuervos que atacaban a sus enemigos con ferocidad, mientras él se reía con una voz escalofriante. Muchos jugadores querían probarlo, pero otros lo temían y preferían evitarlo.

Entre estos últimos estaba Mateo, un joven venezolano que vivía en Paraguachí, una pequeña población de la isla de Margarita. Mateo era un fanático de Wild Rift, pero no le gustaban las cosas de terror. Él prefería jugar con personajes más simpáticos y divertidos, como Teemo o Annie. Por eso, cuando vio que Fiddlesticks estaba disponible en el juego, decidió no seleccionarlo ni enfrentarlo.

Pero esa noche, mientras jugaba una partida con sus amigos, algo extraño ocurrió. De repente, el juego se congeló y apareció un mensaje en la pantalla: "Has sido elegido para jugar con Fiddlesticks. Prepárate para el horror". Mateo se asustó y trató de salir del juego, pero no pudo. El mensaje desapareció y el juego se reanudó, pero con una diferencia: Mateo estaba controlando a Fiddlesticks.

Mateo no entendía qué estaba pasando. Intentó comunicarse con sus amigos por el chat, pero nadie le respondía. Parecía que él era el único que veía a Fiddlesticks en su equipo. Los demás jugadores seguían con sus personajes habituales. Mateo pensó que era una broma o un error del juego, y decidió seguir jugando lo mejor que podía.

Pero pronto se dio cuenta de que Fiddlesticks no era un personaje normal. Cada vez que usaba su habilidad de los cuervos, sentía un dolor punzante en el pecho, como si las aves le picotearan el corazón. Cada vez que escuchaba su risa malévola, sentía un escalofrío en la espalda, como si una mano helada le acariciara la nuca. Y cada vez que miraba su rostro sin ojos ni boca, sentía un vacío en el alma, como si perdiera su voluntad y su identidad.

Mateo empezó a sentir pánico y a gritar por ayuda, pero nadie le oía. Estaba atrapado en el juego, y Fiddlesticks se estaba apoderando de él. El espantapájaros le hablaba con una voz siniestra, diciéndole que era su nuevo dueño y que lo usaría para sembrar el terror en el mundo real. Le dijo que esa noche era especial, porque era la noche en que las barreras entre los mundos se debilitaban, y que él había encontrado la forma de cruzarlas a través del juego.

Mateo no podía creer lo que oía. ¿Cómo era posible que un personaje de un juego fuera real? ¿Cómo podía escapar de esa pesadilla? Intentó resistirse, pero Fiddlesticks era más fuerte. Lo obligó a seguir jugando, a matar a sus amigos y a sus enemigos, a destrozar todo lo que encontraba a su paso. Y mientras lo hacía, le mostraba imágenes de lo que haría cuando saliera del juego: incendiar casas, asesinar personas, causar caos y sufrimiento.

Mateo lloraba y rogaba por su vida, pero nadie lo escuchaba. Estaba solo con Fiddlesticks, el nuevo campeón del juego... y el nuevo amo de su destino.

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Cuando te los encuentras en la Jungla 😁😁😁😁😁


Solo te queda correr chamo

Llevo en la mochila Sonia con un kassadin y yummi en late

Yo llevo papel jajaj me sale de noche ese bicho solo y me cago jajaja

Ni modo hacer como el abuelo sacar el machete y enfrentarse al diablo