Todos nosotros hemos sufrido una mala experiencia en la vida. Podría ser un divorcio, un fracaso comercial o la pérdida de alguien que verdaderamente importa en su vida. Hace un año que experimenté cuán difícil es el divorcio, mi negocio se vino abajo. Las ventas cayeron y perdí dinero y la mujer que amaba. Todo salió mal, mis amigos se fueron, algunos familiares le dieron la espalda y todo estaba sufriendo.
Llegué a pensar en el suicidio como una salida, pero algo muy profundo dentro de mí me dijo que aún podía lograr mis sueños. Que todas las cosas malas sucedieron fue aprender algo valioso. Que en la vida soy yo quien forjó mi camino y que soy yo quien debe cambiar y no el mundo. Con el tiempo me di cuenta de que somos seres eternos y espirituales que vivimos una experiencia física temporal.
Todo lo que vemos y tocamos es vibración y podemos crear nuestra realidad. Sé que siempre van a haber momentos difíciles, pero siempre tenemos la opción de encontrar la forma de aceptar cosas y mejorar cada día, de mejorarnos a nosotros mismos y de dar lo mejor a los demás. Aprendí que en esta vida es mejor dar que recibir. Que vinimos a servir. para ayudar a otros. Vinimos a aprender miles de cosas y llenar nuestra vida con experiencias inolvidables.
Una vez que aprendí esto, mi vida cambió y vi la luz. Veo las cosas de manera diferente. Ahora trato de disfrutar cada momento que vivo y siempre doy lo mejor de mí. Que estas esperando. ¿Para dar el primer paso? Te invito a luchar contra la dosis no importa cuántas veces falles, sigue intentándolo.
El error no está en fallar, sino en no volver a intentarlo.
Lo mejor está por venir Sigue tus sueños