Anteriormente les escribí sobre el valor del amor por la humanidad y de lo hermoso que es mantenerlo a pesar de que nos encontremos a personas no muy buenas en el camino, porque tarde o temprano el equilibrio universal hace su trabajo.
Es cierto que puedes reconocer lo incondicional que has sido en la vida para otras personas y que tampoco necesitas ni reclamas un reconocimiento por ello porque está en tu corazón ser así, pero te pido que veas más allá de lo que haces y evites caer en el “yo, yo y yo” y comiences a ver lo que otras personas han hecho o están dispuestas a hacer por ti, porque como he repetido mucho, el tiempo es lo más valioso que puedes dedicar a otra persona.
Hoy invierte los papeles, cierra los ojos por un ratito y recuerda todas y cada una de las personas que a pesar de las adversidades y problemas, tomando en cuenta que todos pasamos por ello, velaron por ti de alguna u otra forma, durante años, meses, días o en una circunstancia determinada, ahora pregúntate ¿Fuiste tú realmente agradecido/a?...