Estos últimos días he estado pensando más de lo habitual sobre la decadencia de la situación en mi país (Venezuela) ¿Cómo no pensar en ello? Si el ambiente que se respira es de hostilidad, incertidumbre, desesperanza y miedo. Hemos sido amedrentados, irrespetados, engañados, han hecho con nosotros lo que han querido por más de 18 años.
La única posibilidad de poner en marcha la visión de un futuro estable es emigrando. Actualmente la cifra de emigrantes venezolanos crece a diario y con ello hace en mi mente la gran interrogante ''¿Este es el fin de mi país?" ¿Realmente es el fin de Venezuela?...
Mi rostro se llena de amargura y por mis mejillas corren lágrimas de impotencia y el gran querer de surgir, prosperar y crecer en mi país, y sé, que como yo hay millones de jovenes, indignados, desalentados y resignados a rendirse. Mi mensaje para TODOS los venezolanos es que nunca nos rindamos, ahora es cuando debemos tomar fuerzas, trabajar, luchar por ver a Venezuela como siempre ha sido, el país más bonito, más alegre, más rico y sobre todo un país de libertad.
La respuesta está en nuestras manos, si nuestro pensar no cambia, viviremos sometidos a la voluntad siniestra y al pensamiento reprobado de nuestro adversario. 
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