Hace pocos días una de mis sobrinas colocó en su cuenta de Facebook una publicación donde se hacía esta pregunta. Ella, joven venezolana, profesional, graduada de una carrera a la que apostó para mejorar su futuro y el del país, pues quiere ser útil a la sociedad.
En los pocos años que lleva de graduada, ha acudido a muchas entrevistas de empleo pero la cruda realidad de nuestro país es que las pocas plazas vacantes son otorgadas a los que tienen las llamadas “palancas” y más aún, si son simpatizantes del mismo partido político, aunque no posean una buena preparación. Ha tenido que aceptar cargos en pequeños negocios que no le proporcionan un salario acorde a sus necesidades.
La única salida que ven estos jóvenes profesionales, es preparar sus maletas e irse del país, unos a desempeñarse como vendedores informales, trabajando en tiendas, realizando trabajo de limpieza, cuidando niños, y más empleos de la mano obrera.
En Venezuela, ser médico, abogado o ingeniero era sinónimo de comodidad y dinero, pero a diario nos damos cuenta que hay muchos profesionales trabajando de taxista o haciendo cualquier trabajo informal, debatiéndose entre emigrar o quedarse, con un panorama muy oscuro. Pues, aunque en otros países cumplirán el mismo rol de “mano de obra” los salarios mínimos alcanzan para llevar una vida más estable que en este país.
Otros, han tenido que abandonar sus estudios universitarios y huir de un país donde no hay estabilidad ni oportunidad, donde es imposible ahorrar algo de dinero y por ende es difícil planear un buen futuro porque la inflación galopante ha diezmado el salario del venezolano.
La ironía trágica es que Venezuela, un país rico en recursos, que solía acoger inmigrantes, ahora sufre una emigración masiva, venezolanos que abandonan su país para fijar nueva residencia, campo laboral y quizás familiar en el exterior, porque se ven imposibilitados de poseer una vivienda propia y hasta en tener un vehículo.
Mi hija, estudiante de arquitectura, me dice “Mis amigos no viven en mi país, todos se fueron”, ella también está preparando sus maletas ante que la coma la depresión.
Lamentablemente Venezuela está siendo afectada por la fuga de talentos, un proceso de migración de los profesionales que amenaza el desarrollo de nuestro país, ya que quienes se formaron aquí, aplican sus conocimientos en otros lugares, eligiendo perder a Venezuela que a perder lo que les queda de juventud.
Fuente
Lamentablemente, la comodidad de uno mismo, solo es posible en otro lugar.
Soy venezolana, estudiada en venezolana. Sé, que para todos esto ha sido un golpe muy bajo, nos ha dejado atónicos. Somos un pueblo en su mayoría noble y optimista. Confiemos que vendrán tiempo mejores para nuestra gran Venezuela.
Así será amiga, no debemos perder la fe.
La situación actual ha llevado a todos a buscar un mejor futuro en otros horizontes y es una lástima porque este es un hermoso país.
Buen post.
Gracias por tomar tu tiempo! sí es una lastima, lo más que podemos hacer es desear lo mejor por ahora.
Vaya realidad más dura, así pasa en varios países y es que los que sufren siempre es el pueblo.
Así es amiga, lamentablemente el pueblo es quien paga los platos rotos :'(