No fuimos a la playa, no fuimos a la Colonia Tovar.
No viniste a ver mi segunda casa, esa llamada Universidad.
Tampoco fuimos a patinar, ni a pedalear.
Subimos montañas, hasta llegar a la cima.
Fuimos a fiestas, de las que mi mamá no sabía.
No era necesario salir a pasear.
Simplemente estando contigo estaba bien.
Explícame que voy a hacer ahora que me tengo que ir.
Cuando yo siempre fui la que quiso quedarse aquí.
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Gracias!!!
Creo que estas situaciones cada vez se repiten más, la premura del adios, tragos amargos de despedidas. Me gusto mucho :)
No lo había asociado con las despedidas que vemos en nuestro país, es más sobre una ruptura amorosa. Pero que bien que a mi poema se le pueda dar más de una interpretación. Gracias, me alegro de que te haya gustado!!
Supongo que a veces asociamos por experiencias vividas, pero ciertamente es igualmente doloroso jajaja.