¡Hazlo diferente hoy!

A muchos nos pasa, pero no hablamos de ello tanto como deberíamos. Me refiero a tropezar y tropezar; a vivir un círculo de experiencias que se repiten con nuevos protagonistas; a decir: "Otra vez me pasó lo mismo y terminé haciéndolo mal", "actué igual que antes". Es como si la vida, Dios, el Universo o algo que va más allá de una casualidad te enfrenta y te dice: "Hasta que no sepas como manejarlo te seguiré poniendo en la misma situación".

Los ciclos malos hay que romperlos.

*Nada deja de repetirse en tu vida hasta que lo sigas viviendo.

Historia uno

Desde hace un par de meses he pensado que superé mi cíclico de historias de derrotas amorosas. Siempre termino en la situación de estar con alguien que no supera al ex, y cuando esa persona empieza a interesarse en mí, su relación anterior vuelve a escribirle y a extrañarle. He hecho canciones, he dado consejos, pero ante este mal sigo cayendo. Estúpidamente se repite el ciclo. Yo sé, hoy día, que debo huir de este tipo de tormentos amorosos, pero tontamente vuelvo a caer. Ejemplo: ya me está empezando a gustar alguien y sé también que tiene el mismo patrón de las demás... pero vuelvo. Sé que me amará, que la haré feliz y que me dejará. Y no solo eso, sé que estará con su ex y luego él la va a dejar nuevamente. ¡Todo es un ciclo!

¡Necesito hacerlo diferente hoy!

Historia 2

David es un chico con miedo a la vida, con miedo a la gente. Él no se llama David, pero quiero mantenerlo en el anonimato.
David desde chico le costó pertenecer. Sí, pertenecer a la sociedad, a las causas que involucran gente, a cualquier comunidad que no fuese su familia. Para él, decir un: "Hola cómo estás" a un desconocido, era equivalente al temor que uno siente cuando te persigue un perro feroz. Esto le causó que los ignorantes e insensibles victimarios de la vida se volvieran hacia él. Fue víctima de humillaciones, de desprestigio y de risas hilarantes que joden a cualquiera. David empezó a creer menos en sus capacidades gracias a esto. ¿Pero saben algo? Una cosa es el maltrato de la gente; y otra, muy distinta, tu valía personal. La subjetividad de la gente no puede definir exactamente quién eres. Así que esto lo dejaba a él como un muchacho lleno de cualidades las cuales empezó a ignorar e invalorarlas.

David empezó a tratar de vivir. Se enfrentó al perro de su vida y lanzó un "hola cómo estas" a Bárbara. Ella era su compañera de clases y alguien de apariencia tierna, ¡muy bella! Por cierto. Nadie pensaba jamás en relacionarla como la villana de la historia de alguien. Por supuesto, David no se atrevió a saludarla en persona, sin embargo, reunió todo el valor que tenía para hacerlo a través de un mensaje de texto. Ese mensaje fue contestado inmediatamente y comenzaron a hablar:
-¡Hola! ¿Cómo estás?
-¿Quién eres? Contestó Bárbara
-Soy alguien que busca amigos. ¡Soy David!
-¿David mi compañero mudo? ¡Jajajaja!
-¡Jajaja! El mismo que está feliz de que le hayas contestado -dijo con mucha inseguridad-.
-Y yo estoy feliz de que me hayas escrito...

La verdad es que Bárbara le agradaba la seriedad de David. Lo veía como un chico diferente al resto. Alguna que otra vez lo imaginó besándole, aunque jamás hubiesen intercambiado una sola palabra.

Pasó una semana, y salieron por primera vez a un sitio dónde tocaban agrupaciones del momento. Era una especie de restauran híbrido que ofrecía comida china y conciertos pop de músicos habla hispana. Él estaba envuelto en miedo. Eea su segunda cita, ya que tuvo otra hace 2 años y la chica terminó por aburrirse de él y despareciendo de su vida.
Bárbara abría bien sus ojos verdes y se reía invitándolo a decirle algo, ya que por la mente de él pasaban 100 temas de conversación pero era incapaz de decir una palabra. David le dijo que iba al baño. Era la excusa perfecta para reunir fuerzas y comenzar con un tema de conversación. Pasó 10 minutos en lograrlo. Estaba feliz porque ya sabía qué hacer. Estaba seguro de que ahora si la podía conquistar. Al volver a la mesa Bárbara se había ido.

Fueron muchas las ocasiones en las cuales David la interceptó para pedirle una explicación, pero ella lo esquivaba y jamás dio respuesta de huida. Pero era obvio, la gran inseguridad del chico la asustó.

Ya con Bárbara eran dos chicas que se alejaban de David por su temor a la gente. Y se repetía la historia, porque ninguna le quiso volver a hablar. Eran como el mismo de persona.

David empezó a reflexionar sobre su saturado ciclo amoroso, y empenzaban a resurgir de su cabeza muchos porqués.

A los seis meses de Bárbara, vino Teresa; luego Fabiana y después Fabiola. Esta última chica siempre le pasaba algo chistoso, lograba enamorar a dos personas, pero como se tomaba mucho tiempo en decidir por uno, terminaba sola. Y es aquí donde David rompió con su ciclo.

David no era el mismo. Luego de 4 amores frustrados dijo que había que hacerlo diferente hoy. Con Teresa dijo: "Si ella vale, yo también"; "si ella no quiere, yo tampoco"; "si se enamora, me enamoro"; y "si habla ella, hablo yo". No sé si David quería amar o vengarse, pero vio como Teresa era consumida por la ansiedad de la indiferencia de David. La cosa le daba resultados porque empezaba a actuar distinto. Teresa cuando no tenía nada que decir, David no le prestaba atención, y eso hacía a Teresa sentirse culpable de la conversación. David no demostró cariño, esperó que la ansiedad de Teresa la obligara a necesitarlo. Y así poco a poco vio como la chica empezaba a querer llamar su atención y a darle para recibir. David demostró que si actúas diferente, tiene resultados distintos. Un día Teresa no quiso seguir jugando a este ciclo e intentó dejarlo, pero él actuó como si no le importaba. Y Teresa Volvió a él, lo buscó y le imploró estar a su lado.

David Rompió el ciclo de timidez, de abnegación por quien no te quiere.

Aunque a veces caiga, pienso: ¿Si ya sabemos que terminaremos mal, por qué queremos dejarnos llevar por el placer y por la fe de que algo bueno pasará y se corresponderá a nuestro sueño?

Es mejor evitar. Actuar diferente puede que arregle algunas cosas, o todas. Pero evitar, pienso yo que es la mejor manera de nisiquiera tener que enfrentar el ciclo.

Hoy creo que hay un orden que nos manda estas señales, estos ciclos, como los quieras llamar. Pero Huye.

¡Salud! Solo busquemos lo mejor para nosotros.