La relación entre los alimentos y las emociones es increíblemente estrecha.
Alimentación y Sentimientos
Como dice el subtitulo, la relación entre los alimentos y las emociones es increíblemente estrecha. Comenzando desde el momento en que el bebé nace. La alimentación materna produce sentimientos de afecto y cariño tanto en las madres como en los padres. Peros estos sentimientos tan positivos pueden transformar en angustia y ansiedad si hay algún problema con la alimentación. Se puede explicar exactamente lo mismo a la alimentación con biberón, a pesar de que las emociones no son tan fuertes, porque la alimentación con biberón no es tan personal como la alimentación materna.
Si un bebé rechaza la leche llorando, vomitando o simplemente durmiéndose, es muy difícil no tomarlo como algo personal y no sentir que se está haciendo algo mal. No es sorprendente que ésto sea desconcertante y por eso muchos padres tratan desesperadamente por todos los medios cuál puede ser la causa y qué pueden hacer para mejorar las cosas. Por ejemplo:
- Cambiar la leche
- Hacerle eructar
- Mecer al bebé
- Añadir alguna cosa sólida
- Darle más leche
- Dar paseos abrazando al bebé
- Cambiar el tamaño del agujero de la tetina
Por lo general, cualquiera de estos cambios tendrá el efecto esperado y podrás relajarte de nuevo. sin embargo, es más habitual que las cosas mejoren por suerte que por cualquier otra razón. Lamentablemente, tu bebé capta y percibe las preocupaciones por causa de la alimentación; por ello, adoptar una actitud más relajada sobre los problemas alimentarios es una de las cosas más provechosas que los padres pueden hacer. En efecto, esto es un poco difícil y es más fácil decirlo que hacerlo. ¿cómo es posible relajarse si tu bebé rechaza la comida y ha vomitado otra vez?
Recibir Consejos
Todos los libros que tratan sobre el cuidado de los bebés, contienen muchas páginas sobre estos primeros problemas alimenticios y dan muchos consejos a los padres preocupados por ellos. De hecho, la falta de consejo es pocas veces un problema de esta etapa. Los padres habitualmente reciben demasiados consejos en los primeros meses de vida del bebé. Lamentablemente, muchos de estos primeros consejos son contradictorios. Abuelas, suegras (no estoy en contra de ella, la amo mucho y la aprecio), vecinos, visitadores médicos, médicos de cabecera, revistas y muchas otras cosas a menudo se contra dicen entre sí sobre lo que es mejor. Seguidamente encontrará algunas directrices que pueden ayudarle a aclarar algunas cosas cuando los expertos se contradice.
- De toda la gente que te da un consejo ¿En quién confías más? primero piensa en su consejo. No tiene sentido seguir el consejo de alguien quien no confías. (Con ésto no quiero decir que descartes el consejo de tu medico, sólo piensa bien en ese consejo)
- ¿Te parece correcto este consejo? ¿Te encuentras verdaderamente a gusto con esto? Intenta solamente hacer lo que tenga sentido para ti.
- Prueba sólo un médico cada vez.
- Deja pasar el tiempo suficiente para que el nuevo método funcione. La mayor parte de los métodos nuevos tardan por lo menos dos semanas en funcionar.
- No seas poco entusiasta con el método que estás usando. Hazlo correctamente y, si tienes alguna duda, recurre a la persona que te dio el consejo.
- Ten cuidado con tus propias preocupaciones y tu falta de confianza para hacerlo correctamente. Los niños pequeños captan las preocupaciones de los padres con mucha facilidad y esto únicamente empeorará las cosas. No dudes en pedir ayuda cuando las cosas se pongan difíciles.
Debido a la gran cantidad de consejos disponibles ne la red y otros medios sobre la alimentación de los bebés, sólo trataré aquellos aspectos de las primeras comidas que conviene conocer para comprender los problemas que pueden ocurrir en el futuro. Los consejos sobre la primera alimentación varían según las modas, en las que el tipo de leche o los horarios alimenticios cambian ¿Cómo pueden los padres aclarar toda esta confusión y decidir qué es mejor? Posiblemente te tranquilice el hecho de que no hay ningún consenso, esto significa que no importa demasiado lo que haga.
Leche Materna y Biberón
Tipo de leche
La leche materna es la que mejor se adapta a los bebés, pero ocasionalmente puede originar problemas si la madre está tomando algún tipo de fármaco o alimentos contra los que el niño pueda reaccionar. Por ejemplo, los medicamentos que ayuden a la madre a dormir harán que el niño también se sienta soñoliento, porque muchos de éstos medicamentos pasarán al torrente sanguíneo y luego a la leche. el alcohol puede producir problemas similares. Las reacciones alérgicas a la leche materna son prácticamente desconocidas, aunque pueden producirse. A menudo los bebés reaccionan ante los alimentos o bebidas que la madre ha ingerido y que luego aparecen en la leche.
Pueden darse reacciones alérgicas a la leche de vaca durante la infancia, pero son más evidentes en los niños que dan sus primeros pasos. La alergia a la leche puede producir sarpullidos, diarrea, una alimentación deficiente, dolores de tripa e incluso excrementos ensangrentados. El problema es que estos síntomas no son tan extraños y pueden estar provocados por muchas otras causas que no tenga nada que ver con la alergia a la leche.
Desafortunadamente, las pruebas cutáneas de alergias a la leche no sirven de mucho porque muchos niños muestran reacciones cutáneas positivas, a pesar de no tener signos evidentes de alergia a la leche. La mejor manera de examinar la alergia (por experiencia) a la leche de vaca es dejar de tomar leche y alimentos lácteos (durante no más de tres o cuatro días), dando a su lugar leche de cabra o de soja (recuerda que las reacciones alérgicas también son posibles con estos otros tipos de leche). Si hay alguna alergia a la leche de vaca notarás una espectacular mejoría de los síntomas. Si es éste tu caso, deberías obtener más consejos detallados de un dietista o de tu médico sobre el modo de administrar una dieta más apropiada para tu hijo.
La leche materna es relativamente baja en proteínas, lo que significa que es menos probable que a los niños a los que se le de el pecho puedan aguantar más de dos o tres horas entre las tomas sin despertarse y llorar. El alto nivel de proteínas que en la leche de la vaca permite a los bebés aguantar más tiempo entre las comidas (Si quieres saber del nivel de proteína que contiene en la leche de las vacas, visita Campo Galego). Otro descubrimiento interesante es que la composición de la leche materna cambia el final de cada toma, es decir; el contenido graso aumenta y esto puede actuar como señal para que el bebé sepa que la toma está llegando a su fin. Los niños alimentados con biberón no tendrán esta señal de la leche, por lo que tenderán a continuar y continuar...
Si crees que existe algún problema con la leche, es mejor obtener consejo de un doctor antes de cambiar a otro tipo de leche. Es muy fácil sentirse confundido al cambiar constantemente de opinión cuando quizás no ha habido nunca ningún problema con la leche. Si es posible, es mejor continuar con la leche materna, por lo menos durante los tres primeros meses, porque la leche contiene anticuerpos que ayudan a proteger al niño de posibles infecciones hasta que se empiece a desarrollar su propio sistema inmunológico. Además, se ha indicado que el alto contenido graso de la leche materna ayuda a producir la capa de grasa aislante que rodea los nervios y que hace que trabajen más eficazmente.
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adiós mundo cruel
¡Chau, Chau!