Bajo el lema de “el nuevo ideal nacional“, Pérez Jiménez conseguiría un país y se dedicaría a transformarlo hasta el 23 de enero de 1958, cuando huiría del país diciendo: “Yo no mato cadetes”.
Durante su gobierno, el país avanzó en infraestructura, pero decayó en ciudadanía. Crecieron las ciudades, pero la libertad bajó la cabeza. Se trató de un avance y un retroceso que se suelen juzgar de forma separadas, pero que vinieron inevitablemente entrelazadas. Hoy intentamos presentarlas, aunque de forma escueta, como partes de un mismo individuo que a la par que construyó y estrenó grandes obras, fue torturando y demoliendo a grandes hombres.
Hoy en día hay dos corrientes casi irreconciliables en el país acerca de Pérez Jiménez: Están los que se afirman perezjimenistas, que esperan por otro coronel como él y, por otro lado, están los que de sus tiempos solo recuerdan la ausencia de libertades, la censura, el silencio y el miedo, esos que temen que se aparezca otro hombre igual. Ninguna de las dos corrientes está del todo equivocada, pero ninguna es de por sí completa.
No se puede juzgar la historia en términos morales, sino que los hechos deben ser analizados tal cual son. No se trata de si fue un hombre “bueno” o si fue un hombre “malo”, se trata de que fue, nos guste o no, quien dirigió la política de este país durante varios años, que terminaron siendo, por cierto, muy significativos para la nación.
Desde el inicio de la Junta Militar de Gobierno se empieza a mostrar el pensamiento perezjimenista del “Nuevo Ideal Nacional”. Comienzan los tiempos de dictadura, una época que se caracterizará tanto por los grandes avances materiales y de infraestructura para el país como por las pocas libertades políticas de la ciudadanía restringida.
Empiezan por ilegalizar los partidos políticos: el primero será Acción Democrática (el partido de Gallegos) y le seguirá el Partido Comunista de Venezuela (PCV). Además de ilegalizar los partidos políticos, ahora se instituyen censores a los periódicos para que ninguna noticia en contra del régimen pueda salir a la luz.
En horas de la madrugada del 23 de enero de 1958, Pérez Jiménez huirá en su avión, La Vaca Sagrada. Entre el ajetreo de la partida, dejaría una maleta en el aeropuerto con dólares, bonos y otros objetos de valor.
Pérez Jiménez se iría dejando muchos proyectos por realizar. El país que dejaba quedaba a medias y sin posibilidades ya de volver a ser el mismo.
Ese día, la gente saldría a la calle sin estar segura de lo que pasaba. “Se fue, se fue Pérez Jiménez”, dirían algunos, y otros verían el desorden (entre alegres y confundidos) sin estar seguros de qué pensar.
Inglish version
Under the motto of "the new national ideal," Perez Jiménez would get a country and devote himself to transforming it until January 23, 1958, when he would flee the country saying: "I do not kill cadets."
During his government, the country advanced in infrastructure, but declined in citizenship. The cities grew, but freedom lowered its head. It was an advance and a setback that are often judged separately, but which inevitably became intertwined. Today we tried to present them, although in a small way, as parts of the same individual who at the same time constructed and premiered great works, was torturing and demolishing great men.
Today there are two almost irreconcilable currents in the country about Perez Jimenez: There are those who claim to be perezjimenistas, who wait for another colonel like him and, on the other hand, there are those who of their times only remember the absence of liberties, Censorship, silence and fear, those who fear that another man will appear. Neither of the two currents is entirely wrong, but none is complete.
You can not judge history in moral terms, but facts must be analyzed as they are. It is not a question of whether he was a "good" man or if he was a "bad" man, it is a matter of whether we like it or not, who directed the politics of this country for several years, which ended up being, by the way, very Significant for the nation.
From the beginning of the Military Government Board, the perezjimenista thought of the "New National Ideal" begins to appear. The times of dictatorship begin, an era that will be characterized both by the great advances in materials and infrastructure for the country and by the few political freedoms of restricted citizenship.
They begin by outlawing political parties: the first will be Acción Democrática (the party of Gallegos) and will be followed by the Communist Party of Venezuela (PCV). In addition to outlawing political parties, newspapers are now censored so no news against the regime can come to light.
In the early morning hours of January 23, 1958, Perez Jimenez will flee on his plane, La Vaca Sagrada. Between the hustle and bustle of the game, he would leave a suitcase at the airport with dollars, bonuses, and other valuables.
Perez Jimenez would leave many projects to be completed. The country that left was left half-way and without possibilities and to be the same again.
On that day, people would go out without being sure of what was happening. "He left, Perez Jimenez left," some would say, and others would see the disorder (between merry and confused) without being sure what to think.
Marcos Pérez Jiménez
Amigo @carlosalbertado en Steemit es muy mal visto el plagio y el copy/paste exacto de contenido. Evita hacerlo, o no te van a votar y es posible que te baneen.
Articulo original de tu post: http://www.noticias24.com/fotos/noticia/23528/perez-jimenez-el-hombre-que-dividio-la-historia-del-pais/