El Fantasma de un Amor

Es muy fuerte la sensación de ver a una querida amiga, sufrir por un amor, un amor que se le fué de las manos, como arena de los médanos mas sedosos, como agua cristalina, transparente, caer entre sus dedos sin dejar rastro alguno, solo una marca imborrable en su pecho, una cicatriz de dolor pasando tan veloz como tren que transcurre flotando a su máxima velocidad sobre las vías. Éramos muy cercanas, conocía cada detalle de su pasado, la trataba como un familiar mas que una amiga, sé cuando sonreía por molestia y cuando sonreía por amor, cuando su sonrisa reflejaba la felicidad en sus ojos me conmovía, me hacia feliz de solo vela. Yo nunca logré simpatizar con ni un solo chico, no me atraía el romance, jamás tuve novio, ella si. Cuando se casó no nos veíamos mucho, ella tenia su vida y yo respetaba su espacio, cuando salíamos la podía ver maravillada con su indicado, el parecía capaz de ceder su propia vida por la de mi amiga, era hermoso, el cuadro que se formaba cuando la veía a distancia, era el amor perfecto, su felicidad era plena, deseable, yo solo podía verla reír.

Era insoportable recordar la noticia años después, cuando rompí cada vaso de vidrio y cada plato de porcelana que coleccioné, volver escombros las ventanas y puertas de cada habitación, al saber que la felicidad de mi amiga jamas volvería, me perdí por completo, mi mente se extravió cuando la miré, destrozada, su cara se veía agrietada, yo no podía llorar, no produje ni una sola lagrima en ningún momento, sus bellas facciones cambiaron por una imagen de desgracia infinita, era tormentoso verla en aquel estado y mas verla todos los días así, no podía dejarla sola. Viví los peores años de mi vida tratado de evitar otra tragedia, mi amiga no quería vivir mas, las palabras mas horrendas que escuche de sus bellos labios, nunca supe a que grado había llegado su apego. El amor por el que alguna vez había sido su indicado aun se encuentra en su mente.

Después de muchos años, volvió la calma y la escena se había olvidado bajo la nieve pesada, cuido de mi amiga desde entonces, ella sonríe, pero ya no como antes, come pero porque no tiene de otra, camina sin propósito, habla sin aliento, vive sin vida. Una vez al año mi amiga vuelve a ser como había sido, va a la peluquería, se compra un bello vestido, se coloca su anillo y sale de la casa, a veces va al cine, aveces a comer, a caminar por el parque, para no olvidar a su amado ni los momentos en los que alguna vez fué feliz celebraba su aniversario. Nunca presencie algo mas triste que ver a mi amiga ir al cine sola, comer en un lujoso restauran sola, caminar en un hermoso parque sola, donde los enamorados van siempre en pareja, el muy duro.

Una noche ella volvió a salir arreglada, se veía tan bella, caminando por el medio de una calle vacía, silenciosa y oscura, con sus tacones coquetos, se le corrió una lagrima por su mejilla, yo podía verla por la luz de los candelabros que le relajaban su hermoso rostro, ella tomó su bolso con una mano, con la otra se secó la lagrima, cuando bajó la mano yo se la tomé firme y le dije: