Acostado pensando en el ajetreo de sus días Oscar se durmió, cayó la noche juntamente con una oscuridad nada normal, de pronto siente un fuerte dolor en su pecho, el dolor fue tan terrible que lo despertó al instante pero cuando despertó ya no tenía dolor, ve la cama y asombrado ve su cuerpo allí. Intenta desesperadamente retomar la posición como dormía pero el alma de Oscar no volvía a tomar su cuerpo, ve el reloj que está en la cocina a pesar de que había una pared podía ver que eran las 1:10 de la madrugada, camina y se detiene en el pasillo que da hacia su sala, de reojo ve una sombra pasar a sus espaldas, desvía su mirada lentamente hacia atrás y cuando de nuevo ve al frente estaba un hombre alto vestido de negro, era un hombre de buen parecer, sin embargo en su cara había crueldad y sagacidad, a pesar de no tener cuerpo, de no sentir nada de dolor, no sentír la brisa del aire acondicionado, no tenia frió ni calor, era algo inexplicable, Oscar tenía sus sentimientos intactos, tenia pánico, el terror de no despertar lo abrumaba, este hombre tenía una risa maquiavélica, Oscar da vuelta para huir pero ya el hombre desconocido estaba de nuevo frente a él y esta vez con cuatro entidades detrás como si fueran sus escoltas y todos con las mismas sonrisas espantosas, el miedo rodeaba a Oscar incontrolablemente y podía ver a través de las paredes a sus padres acostados pero a pesar de sus gritos era imposible que lo escucharan, el hombre extraño sostiene una conversación con Oscar.
-Aun no es el tiempo de que estés en este lugar- dijo de pronto.
-no sé qué hago en este lugar, es mi casa pero no siento estar en ella tengo mucho miedo no sé qué hacer- respondió Oscar con cara de terror.
Este hombre toma de la mano a Oscar y lo lleva a su cuarto de nuevo.
-Acuéstate como estabas antes de llegar a este lugar Oscar pero rápido, no te queda mucho tiempo-
-No, ya lo intente varias veces y no funciono- replico Oscar negándose.
Oscar no tenia de otra, no sabía que hacer, como escapar, solo quedaba confiar en lo que este hombre le decía así que tomo la posición de descanso que tenía su cuerpo, la oscuridad cada vez era más profunda mientras las cuatro entidades y el hombre se acercaron a él, el hombre pone su mano derecha sobre la frente y la mano izquierda en el estómago de Oscar, en ese instante por fin logra despertar de un brinco y con una respiración acelerada como si hubiese corrido por mucho tiempo, asustado se pone de pie, estaba solo en su cuarto, camina al mismo pasillo donde estaba con las entidades y el hombre desconocido, ya no había nada, todo parecía normal, levanta la mirada y ve el reloj de la cocina y ya eran justo las 4:10 AM.-vamos acuéstate una vez más- le respondió el hombre desconocido.