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Una de las características fundamentales de los seres vivos es su capacidad de perpetuar su especie, pasando a la descendencia las potencialidades genéticas que les van a permitir a la prole sobrevivir en los ecosistemas, vivir su vida y dejar su legado a las generaciones futuras, proceso que pasa por la maduración sexual, la consecuión de un pareja, el apareamiento y la posterior atención a los recien nacidos, ya sea de forma directa o indirecta, para asegurar que tengan alguna posibilidad de alcanzar la madurez sexual y dar inicio a un nuevo ciclo generacional y así hasta el fin de los tiempos, o hasta que la especie se extinga.

Un grupo de huevos de camaleón, que incluyen un recién nacido viable, encontrados en un agujero donde pasa el cableado del sistema de iluminación de nuestra casa de Palmira. El camaleón es del Género Anolis.

Las formas básicas de reproducción de los seres vivos están relacionadas con su desarrollo evolutivo, e incluyen mecanismos de reproducción asexual como la partición, gemación, clonación , etc, que se presentan en individuos poco evoucionados como bacterias, algunas formas de algas y organismos marinos sésiles, regida por la división celular conocida como mitosis, mientras que otros más avanzados, presentan reproducción sexual, en la cual ocurre un proceso de gametogénesis, o formación de células haploides con la mitad de la carga cromosómica de los progenitores, células que son conocidas como gametos sexuales, procesos regidos por una división celular denominada como meiosis. En este último caso, la reproduccióbn sexual puede ocurrir de manera externa, o con copula interna, y en ambos casos, es requisito fundamental la existencia de las glándulas sexuales llamadas gónadas, además de órganos que expulsen los gametos, o de órganos copuladores.

En las especies pertenecientes a los peces, la cópula es externa. La hembra deposita los huevos en un nido creado en el fondo del lecho acuático y luego el macho los baña con su semen. Luego, al ocurrir la fecundación, los embriones inician su desarrollo, muchas veces bajo el cuidado de los progenitores, que los vigilan y a veces los transportan dentro de sus bocas para evitar el accionar de los depredadores. En otras ocasiones los dejan solos y siendo tan numerosos los embriones, algunos son presa de los depredadores y muchos otros logran sobrevivir, con el solo respaldo de los nutrientes presentes en el huevo. El caviar es una forma de llamar a los huevos de pescado.

Una pareja de perros mantienen una cópula interna. Esta actividad se extiende por el tiempo que sea requerido para que el macho deposite su esperma en el canal vaginal de la hembra. Si la hembra no está en período de ovulación rechaza las pretensiones del macho, de copular.

El producto final de la cópula interna de los perros, así como ocurre en las otras especies pertenecientes a la Clase Mammalia (Mamíferos), es la formación de tantos embriones como óvulos viables estén disponibles al momento de juntarse los espermatozoides con los gametos femeninos. Luego ocurre la implantación del cigote en el endometrio del útero, se forma la placenta y a través del cordón umbilical se establece un nexo fundamental entre la madre y el futuro ser vivo. Al final, la madre amamanta a sus crias hasta que ya puedan valerse por si mismos.

En muchas ocasiones los progenitores que no vigilan a sus descendientes después del momento de la fecundación, apelan a producir un número elevado de embriones de forma tal, que si los depredadores atacan y se comen algunos de estos, el resto de ese elevado número de embriones logra culminar su desarrollo sobreviviendo, con base en una lógica probabilística de que a mayor número de descendientes aumenta el número de embriones viables que alcanzan la madurez sexual.

Los anfibios, cuyos huevos carecen de la membrana conocida como amnios, dependen de la presencia de humedad para evitar que sus embriones se desequen y mueran, por lo que los depositan cerca del agua.

La cópula de los anfibios es externa, conocida como abrazo nupcial, durante la cual el macho se posiciona sobre el dorso de la hembra y viaja sobre ella hasta que esta decide poner los óvulos en un sitio específico, y de inmediato, el macho los baña con su esperma. Luego, con las patas baten una espuma que protege a los embriones de la desecación.

El producto final de los embriones de los anfibios, son los renacuajos, que eclosionan del huevo y de inmediato se refugian en el agua, medio donde respiran a través de branquias. Allí se alimentan en forma independiente y si lo logran, se convierten en anfibios adultos, capaces de dar inicio al ciclo de su vida, siempre cerca del agua.

Otros progenitores han evolucionado para cuidar a sus hijos en nidos, o manteniéndolos cerca de los padres, garantizando que los depredadores serán ahuyentados o intimidados para que vayan a alimentarse de otros individuos, logrando que los descendientes alcancen la madurez sexual y puedan dejar descendencia. Es necesario agregar que esta estrategia de protección a los descendientes se conoce como cuidado parental e incluye cualquier acción de los padres que garantice la protección, cuidado y sustento de los hijos en las primeras etapas de su desarrollo, sin olvidar la importancia de estas acciones, ya que es en esta etapa de su desarrollo que las crías son más vulnerables.

La mayoría de nosotros asocia la palabra nido con estructuras como estas, pero no siempre son de esa forma.

Una colonia de bachacos puede ser considerada un nido.

Una nidada de un ave del Orden Galliformes (Gallinaceas), no identificada.

Una gallina clueca cuida su nido contentivo de huevos y pollitos.

El caso de los reptiles.

Mientras haciamos mantenimeinto al sistema de tomas que llevan el fluido eléctrico a las lámparas de nuestra casa ubicada en la zona rural del caserío Palmira, municipio Andrés Eloy Blanco, Edo. Lara, nos encontramos con un grupo de huevos escondido en una de los cajetines que conducen el cableado y al pasar la brocha con la que estamos limpiados esos espacios, los huevos cayeron al suelo, rompiéndose las cáscaras protectoras de los mismos.

Estos huevos, cuatro en total, son totalmente esféricos, de menos de un centímetro de diámetro, de color blanco y al detallar su interior, se observa una zona contentiva de un material amarillento, que hace presumir que se trata del vitelo que sirve de material nutritivo para el embrión que se está gestando.

De uno de los huevos surgío un pequeño camaleón totalmente formado, el cual llevé de inmediato a un sector del jardín de la casa y procedí a liberarlo, con la esperanza de se recupere y puedad seguir creciendo. Los otros huevos contenían embriones incompletos, no viables, y se perdió la posibilidad de que se desarrollara un nuevo ser vivo.

Detalle del interior del huevo de reptil, probablemente un camaleón del Género Enolis, que nos permite observar el vitelo y las cáscaras protectoras del embrión.

El pequeño camaleón que surgió luego de que se rompiera uno de los huevos. Noten que aún tiene dificultad para abrir ambos ojos.

Estos eventos fortuitos les dan una idea de la capacidad evolutiva del huevo de los reptiles, en cuyo interior existe una cámara de aire, además de poros en la cáscara que permiten al embrión realizar el recambio gaseoso, así como un material nutritivo conocido como vitelo que les facilita la nutrición a medida que se van completando las fases del desarrollo embrionario. El embrión está protegido en una membrana llamada amnios, que además de impedir que el huevo se seque, les pérmite acceder al material nutritivo y al oxígeno. Esto es importante a nivel evolutivo porque permitió a los reptiles dejar de depender de espacios con fuentes de agua para incubar sus huevos, como ocurre con los anfibios.

Este es el punto de luz que estaba revisando y en su interior encontré los huevos de reptil (camaleón del Género Anolis).

Nido de huevos de un anfibio, ya fecundados, flotando en el agua de una laguna artesanal ubicada en el sector Mojomú, de la montaña Mucuragua, al norte del Edo. Lara.

El cuidado parental en reptiles no va más allá de aportar nutrientes dentro de una cámara protectora como lo es huevo, y de realizar posturas numerosas que dejen una posibilidad de viabilidad para algunos de los embriones que se están gestando. La temperatura requerida para que el embrión se desarrolle no la aporta ninguno de los padres, si no que proviene de la cantidad de calor acumulada en el entorno del nido.

Video subido desde la cuenta del Museo Nacional de Historia Natural RD @MuseoNaturalRD

Bibliografía recomendada:

Implantación (del embrión).
FUENTE

Reproducción en aves y reptiles.
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Cuidado parental.
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Reptiles y sus nidos.
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Ali Riera

Todas las imágenes fueron tomadas con un equipo celular Xiaomi Redmi9C y son propiedad de @aliriera.