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El método científico es perfecto y casi siempre infalible y de no ser por las perturbaciones derivadas de la personalidad humana todos los experimentos controlados deberían llegar a feliz término, pero a veces nos planteamos hipótesis que son rechazadas científicamente, cuando las consecuencias de las mismas ya son irremediables o indetenibles, escapando de nuestras manos el apropiado control de las variables en estudio.

Una abeja reina de la especie Apis mellifera, que ha sido marcada con un rastreador con fines de seguimiento dentro de la colmena, durante una investigación de caracter científico.

Algo de eso ocurrió con el Dr Warwick Estevam Kerr (9 de septiembre de 1922, Santana de Parnaíba,São Paulo, Brasil; †15 de septiembre de 2018, Ribeirão Preto, Brasil, 96 años), quien se había planteado como hipótesis de trabajo que al cruzar abejas africanas, traídas desde Tanzania, con abejas europeas, ya existentes en Brasil, podía obtener un híbrido más dócil que la africana y de mayor productividad que ambas especies, para lo que había diseñado un método de inseminación artificial y posterior cría en colmenas tipo Langstroth, con un aditamento especial en la piquera de cada colmena, llamado rejilla excluidora de la reina. Este afamado investigador pensaba que sí controlaba a la reina, podía controlar toda la colonia.

Una colmena para criar abejas melíferas, que presenta una cámara de cría, con su piquera o entrada, una cámara de alza para almacenar el guarapillo que se obtiene a partir del nectar y su techo. Estas colmenas están diseñadas para que la reina coloque los huevos en cuadros removibles de cera estampada ubicados en la cámara más cercana al suelo, y se le impide el acceso a las cámaras de miel usando una rejilla excluidora. La colmena Langstroth lleva el nombre de su inventor, Lorenzo Langstroth, patentada en 1852.

Una rejilla excluidora colocada sobre la cámara de cría, que impide a la reina poner huevos en las cámaras de producción de miel.

Detalle de la rejilla excluidora de la reina.

El objetivo del gobierno de Brasil era convertir a ese país en el primer productor de miel de todo el mundo y durante el año 1956, encomendó al Dr. Warwick Kerr (experto apicultor, ingeniero agrónomo, docente universitario, conferencista, investigador y genetista), a viajar a África para importar reinas africanas de la abeja melífera. El Dr. Kerr cumplió su cometido y trajo 63 reinas, pero solo 48 de estos ejemplares sobrevivieron al viaje de extracción.

Mapa de África meridional, que muestra los países del este y sur, desde donde se extrajeron las abejas africanas. La linea roja contínua les demuestra que el continente africano y América del Sur tienen una posición geográfica muy similar sobre el Ecuador terrestre. Cortesia de Google maps.

Estas reinas fueron sometidas a inseminación artificial, usando el semen de zánganos de abejas europeas.
Las reinas ya fecundadas por inseminación artificial, fueron colocadas en cámaras de cría de colmenas tipo Langstroth, junto a un grupo de abejas obreras y se dio inicio al proceso de producción de huevos, larvas, nuevas obreras y zanganos, así como la visita constante a campos floridos de la zona de Piracicaba, Brasil, destacando que sobre la piquera de la colmena Langstroth se colocaban rejillas cribadas, capaces de permitir la salida y entrada de las abejas obreras y zánganos, pero impedían que la reina abandonara la colmena (rejillas excluidoras).

Una colmena tipo langstroth, a la que se ha colocado una rejilla excluidora de reina sobre la piquera o entrada, para impedir que la reina de la colmena escape.

Considerando la hipótesis de trabajo del Dr Kerr, de que se puede obtener un híbrido de abeja melífera más dócil e igual de productivo que las abejas traídas de Äfrica, cruzándolas con abejas europeas, también de la especie Apis mellifera, y luego, esos híbridos podían cruzarse en forma indiscriminada para seguir produciendo abejas cada vez más dóciles y más productivas, es fácil comprender que el control de variables de estudio incluiría evitar que las reinas escaparan al espacio geográfico circundante y se cruzaran sin ningún control con otras abejas melíferas de la zona, para lo que se usó el dispositivo conocido como rejilla excluidora.

Un ejemplar, obrera, de Apis mellifera, visitando la flor de una planta de la Familia Cactaceae

Una colmena tipo Langstroth que muestra la piquera o entrada de las abejas, sin restricciones. Una abeja africana, muy agresiva e hiperactiva escaparía rápidamente de esa colmena, llevándose consigo a todas las abejas obreras.

Sí tomamos en consideración las leyes de Mendel, referidas a la segregación independiente de los caracterers genéticos de los progenitotres, se puede presumir que en la segunda generación filial (F2) de abejas, producto de cruzar los híbridos obtenidos en la primera generación filial (F1), se iba a manifestar el carácter agresividad de las abejas africanas, en un porcentaje de 3:2:2:1, representando 3 el caracter dominante, y el caracter recesivo, sin importar cual de los alelos de agresividad consideráramos. Lo mismo debía ocurrir con el alelo referido a la productividad de los híbridos de la F1 y los hijos de la segunda generación filial (F2).

Los apicultores usan trajes protectores para impedir la mayoría de las picaduras de abejas, pero siempre existen riesgos de una que otra pinchada. Las abaejas europeas se caracterizan por ser dóciles, en cambio, las africanas son hiperactivas, muy agresivas y persistentes en sus ataques. A nivel fenotípico no existen diferencias significativas que alerten al apicultor, por eso, es mejor usar el traje protector.

Los primeros resultados obtenidos por el Dr Kerr fueron 29 híbridos de Apis mellifera (Filo Arthropoda, Clase Insecta, Orden Hymenoptera, Familia Apidae), y a partir de esos especímenes, se continuaron las hibridaciones, siempre controlando que las reinas no pudieran escapar de las colmenas, valiéndose del uso de las rejillas excluidoras sobre la piquera de la colmena tipo Langstroth. Deben recordar que las abejas obreras recolectan el nectar y polen en los espacios naturales pero siempre regresan a su colonia y son fieles a su reina, de por vida.
Los grupos de colmenas ya tenía las cámaras de producción y almacenamiento de miel (cámaras de alza), y eran controladas en el campo por varios apicultores expertos y de la misma zona de trabajo, a quienes se les había instruido acerca de la importancia de no dejar escapar a las abejas reinas que lideraban cada colonia dentro de su colmena.

A medida que los huevos eclosionan, las abejas obreras traen nectar y polen, los procesan y alimentan a las larvas, mientras que otras obreras trabajan en las cámaras de almacenamiento del guarapillo formado a partir del nectar, el cual madura y forma la miel, que queda almacenada en los hexágonos que tienen los cuadros de cera estampada. En su ir y venir por los campos floridos, las obreras siempre encuentran su camino hasta la colonia.

Por extraño que parezca, durante el año 1957 un apicultor recién contratado para cuidar algunas de esas colmenas no recibió la instrucción de vigilar que las reinas no escaparan y decidió quitar las rejillas excluidoras de la reina, dejando la vía libre en las piqueras, ocurriendo un acontecimiento grave para la ecología de todo el continente americano, como es, que una especie exótica, fuera de control, comenzara a cruzarse con otras especies de abejas silvestres, y también invadió otras colmenas cultivadas, desalojando a las reinas europeas, pasando a dirigir la puesta de huevos y la producción de miel. Pronto comenzaron los ataques a animales silvestres, ganado de pastoreo, mascotas y seres humanos.

Una piquera, o entrada a la colmena, sin rejilla excluidora permite que la abeja reina se escape y se lleve a las abejas obreras a los espacios naturales, o visite otras colonias de abejas europeas cruzándose al azar con esos zánganos.

Las abejas africanas pertenecen a la especie Apis mellifera, sub especie scutellata, y se cruzaron con la abeja europea, especie Apis mellifera, sub especies Apis mellifera Ligústica (abeja italiana), Apis mellifera Cárnica (Abeja carniola), Apis mellifera iberiensis (abeja ibérica), Apis mellifera Caucásica (Abeja gris) y Apis mellifera mellifera (Abeja negra europea). las cuales, salvo algunas diferencias fenotípicas, son muy similares a las africanas, por lo que, para un ojo inexperto no sería facil diferenciarlas, más alla de la agresividad e hiperactividad de la abeja africana y su hábito de perseguir hasta por 400 metros lineales a los humanos y otros animales.
Al final del siglo XX, viendo la batalla perdida contra las abejas africanizadas, comenzaron los controles sanitarios con insecticidas, dejando a un lado la idea de proteger a las abejas, y algunas investigaciones en el Centro de Investigación Apícola Carl Hayden, en Tucson (Arizona, EEUU), arrojaron luz al problema de descontrol y ataque de estas abejas, que deberían ser más dóciles al estar sometidas a un proceso de hibridación (hipótesis del Dr. Kerr), pero, por el contrario, ahora eran tan agresivas o quizás más, que cuando vivían en Äfrica, donde debían defenderse de diferentes depredadores, incluidos los seres humanos, que querían su miel y las proteinas de sus cuerpos.

Un ejemplar de Apis mellifera, cuya subespecie no está identificada. Este proceso de identificación a nivel de subespecie es un trabajo complejo y amerita una preparación profesional en esa área.

El centro de investigaciones apícolas Carl Hayden, del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de Norte América (EEUU), Tucson, Arizona, ha sido un protagonista en el estudio de la problemática generada por la presencia de abejas africanas en el continente americano.

Al estudiar las abejas africanizadas en un ambiente controlado, se confirmó que las abejas europeas estaban cediendo terreno ante las abejas africanas, ya que los híbridos obtenidos al cruzar abejas europeas y africanas solo representaban un estado transitorio, y en pocas generaciones filiales, todas eran abejas africanas puras.
Las causas de la preeminencia de las abejas africanas fueron las siguientes:
Los adultos de abejas africanas emergen en 20 días, mientras que los de las abejas europeas lo hacen en 21 días. No olviden que en una colmena manda la reina y la primera que nace impregna el ambiente con sus feromonas, asegurándose de ese modo el control de toda la colonia, que incluye matar a cualquier otra reina recién nacida que pretenda usurpar su trono.

Un cuadro removible con cera estampada que ha sido colocado en la cámara de cría y en cuyos hexágonos, la abeja reina ha puesto los huevos. Noten que muchos hexágonos ya están cerrados (operculados) con alimento, que puede ser polen, o nectar, para alimentar a las larvas en desarrollo, hasta formar una abeja obrera.

La linea contínua roja les muestra, a la derecha, una celda hexagonal en posición horizontal, donde se crían los huevos, larvas y finalmente una abeja obrera; mientras que a la izquierda, observamos una celda real, que crece en forma vertical, es de mayor tamaño y es donde se cría una futura abeja reina. Esta es alimentada con jalea real y otras secreciones de las abejas obreras nodrizas.

Las abejas europeas son susceptibles al ataque del ácaro varroa o ácaro vampiro de las abejas (Filo Arthropoda, Clase Arachnida, Subclase Acari, Orden Mesostigmata, Familia Varroidae, Género Varroa, varias especies Varroa destructor, etc.), mientras que las abejas africanas son inmunes al ataque de este ácaro.

Un espécimen de ácaro varroa, se ha posicionado sobre una larva de Apis mellifera, destacando que también ataca a los estadios de pupa y adulto, a partir de cuyos tejidos se alimenta y daña a la abeja, especialmente a la especie europea.

Los investigadores del Centro de Investigación Apícola Carl Hayden, liderados por la Dra. Gloria Degrandi Hoffman, lograron desentrañar el misterio del porqué las abejas africanizadas, híbridos de abejas africanas y europeas, impusieron su casta africana y ahora vagan libres por todo el continente americano y otras regiones del planeta, echando por tierra la hipótesis de trabajo del Dr. Kerr.

Un ejemplar de Apis mellifera en estado silvestre, visitando una flor del Género Turnera.

Bibliografía sugerida:

Warwick Estevam Kerr.
FUENTE

RAZAS DE ABEJAS: Todas las subespecies y cruces.
FUENTE

En memoria del Prof. Dr. Warwick Estevam Kerr.
FUENTE

Apis mellifera.
FUENTE

Las abejas africanizadas. ¿Otro error del ser humano?
FUENTE
Video subido desde la cuenta de ecocolmena.

Varroa.
FUENTE

How the Varroa Mite Co-Opts Honey Bee Behaviors to Its Own Advantage
May 10, 2017 0
FUENTE

Cómo lograr mansedumbre en cría de abejas africanizadas.
Video subido desde la cueta de "La Finca de Hoy"
FUENTE

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Ali Riera

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