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Los eventos que se presentan durante el cambio de una estación climática a otra son realmente impresionantes, tanto por las fluctuaciones de los factores ambientales, como por el comportamiento de los seres vivos que están involucrados en esa dinámica ecológica, que entran en una espiral de cambios en sus hábitos de vida que incluyen nuevos recursos alimenticios, espacios acordes para usar como sus hábitats, o condiciones climáticas que son favorables para unos y pueden ser desfavorables para otros individuos, modificando la vida de los ecosistemas naturales, a lo que se une el trastorno generado por la intervención de la mano del hombre, que modifica, con sus acciones, todo el paisaje natural.

Un milpiés, congorocho , gandolita, o rosquilla (Reino Animalia, Filo Arthropoda, subfilo Myriapoda, Clase Diplopoda,Subclase quilognatos (Chilognatha), Orden Spirobolida, Familia Spirobolidae), se desplaza entre los espacios de una jardinera, en busca de materia vegetal, de la cual se alimenta y degrada, favoreciendo el suelo con sus acciones ecológicas.

Es un hecho conocido que factores como la altitud, la luminosidad, el perfil del suelo, la disposición de agua, la evapotranspiración y la intervención humana afectan seriamente las condiciones de los ecosistemas, y tipifican los biomas, que en el caso de países tropicales como Venezuela, incluyen regiones parameras, y a medida que se desciende en altura sobre el nivel del mar (m s.n.m.), van apareciendo espacios con características muy específicas como la selva nublada, bosque tropicales caducifolios, bosques de galería, bosques xerófitos y arbustales xerófitos, cada uno de los cuales reune condiciones ecológicas especiales, donde se desarrolla una biodiversidad pujante, con especies perfectamente adaptadas a esas condiciones de vida, donde la lucha por la existencia es brutal, y se presentan todas las relaciones intra e interespecíficas que, al final de cada día, nos aportan un balance que cumple con lo establecido en las leyes de conservación de la masa y la energía, respetando las pautas de la selección natural darwiniana.

Parte de los espacios del municipio Andrés E. Blanco, fotografiados durante la última semana de la estación seca (del 14 al 18 de mayo de 2024). Noten el cielo despejado.

En algún momento de la estación seca se prendieron los montes aledaños al caserío Monte Carmelo, en la zona alta de Yacambú.

Imagen de algunos espacios pertenecentes al municipio Andrés E. Blanco, fotografiados a inicios de la estación húmeda (20 de mayo de 2024). Noten la presencia de nubes y neblina en el cielo.

Otra zona del municipio Andrés E. Blanco, fotografiada a inicios de la estación húmeda. La nubosidad casi no deja visualizar la montaña Dintas, en el Parque Nacional Yacambú.

En visitas sucesivas que realicé recientemente al municipio Andrés Eloy Blanco, del Edo. Lara, tuve la oportunidad de presenciar ese cambio de estación tan esperado, como lo es el paso de la estación seca a la estación húmeda, la cual presentó algunas distorsiones de fechas, y no fue tan precisa como muchos creen, ya que la escasez de precipitaciones se mantuvo hasta bien entrado el mes de mayo, y solo fue durante la cuarta semana del mes cuando ocurrieron esporádicas lluvias, que influenciaron todo el ambiente, en general.

Las lluvias se iniciaron durante las horas de la noche del 20 de mayo de 2024 y trajeron consigo mucho frío y neblina.

La mayor parte de estos días fríos y lluviosos los pasé tendido en mi hamaca, a la espera de alguna oportunidad para obtener buenas fotografías de especies silvestres.

La sequedad del suelo, y la deshidratación de los frutos fue uno de los síntomas claves de la escasez de agua, por lo que las especies silvestres se hicieron presentes en bebederos improvisados, y se dedicaron a comer cualquier alimento que estuviera a su disposición, sin tanta exigencia, por especializado que sea el sistema digestivo.

La escasez de agua induce la formación de grietas en el suelo, facilitando la penetración de los rayos de luz solar que deshidratan las raíces, y permiten la proliferación de insectos que invaden los tejidos vegetales.

La proliferación de especies del Filo Arthropoda trajo consigo la presencia de depredadores como este geko (Filo Chordata, Clase Sauropsida, Orden Squamata, Suborden Lacertilia, Familia Gekkonidae, Especie Hemidactylus mabouia), que solo tenían que esperar a que llegara la comida a sus predios.

El excremento de algunos mamíferos presentes en la zona se fue acumulando sobre el suelo durante la estación seca, y al caer las primeras lluvias, comenzó a incorporarse al suelo, formando parte de la materia orgánica disponible para muchos coleopteros y otros repasadores del suelo.

Las temperaturas ambientales, normalmente muy frías en estas tierras con altitudes superiores a los 1300 m s.n.m., se mantuvieron casi siempre en 30° Celsius, lo que unido a la intensa evaporación por la excesiva insolación, convirtieron los espacios del municipio A. E. Blanco en una zona de calor agobiante, que obligó a muchas especies a protegerse bajo la sombra de los árboles, o en cuevas bajo tierra, destacando que, muchos individuos de diferentes especies, se refugiaron en las casas de los habitantes humanos, con el riesgo de ser agredidos por estos.

Especímenes como esta polilla se valen de sus hábitos nocturnos para sofocar el calor y, salen de noche a cumplir sus requerimientos de alimentación y reproducción, en este caso, a partir de un cambur maduro que les coloqué sobre una tabla de madera.

Las imágenes que han estado observando a medida que leen esta publicación, corresponden a varias zonas del mencionado municipio, y es necesario detacar que las primeras precipitaciones ocurrieron los días 20 y 21 de mayo, con tal intensidad que, a pesar de haber cesado rápidamente, dejaron los terrenos muy húmedos, los vegetales hidratados y muchos especímenes desorietados, por las ráfagas de agua, frío y la luz artificial de las casas que, ahora les sirven de refugio.

Entre los órganos de esta planta de aguacate pueden apreciar las gotas de agua dejados por las recientes lluvias, sin olvidar que la mayor parte de agua de lluvia penetró en el suelo y es incorporada al cuerpo del vegetal a través de las raíces.

Las temperaturas ambientales comenzaron a oscilar entre 20° y 23 ° Celsius, y las aves, antes muy activas, comenzaron a replegarse, muchos insectos volaban hacia las lámparas de luz artificial , mientras que otros buscaban refugio entre las habitaciones de las casas, ubicadas en espacios que antes eran de los animales silvestres.

Un escarabajo longicornio (Phylum Arthropoda, Clase Insecta, Orden Coleoptera, Familia Cerambycidae, Especie Knulliana cincta), se metió a la sala de la casa y anduvo caminando sobre la mesa de los santos, donde pude fotografiarlo. Sin dudas, estaba desorientado por el resplandor de la luz artificial interior y el excesivo frío y humedad exterior.

Una pequeña chicharrra (Filo Arthropoda, Clase Insecta, Orden Hemiptera, Familia Cicadidae, Especie Neotibicen auriferus), delató su presencia con su canto estridente, a pesar de ser de noche, seguramente confundida por el número de lámparas existentes en el pasillo adyacente a la jardinerae posó.

En los jardines de muchas residencias humanas pude avistar especímenes muy llamativos por sus características morfologicas y logré documentarlos con fotografias, los cuales presento para su consideración, con una aproximación a su clasificación taxonómica que, dada la diversidad de los mismos, puede no ser tan exacta, razón por la cual acepto cualquier comentario o sugerencia al respecto.

Un milpiés (Filo Arthropoda, Subfilo Myriapoda, Clase Diplopoda, Orden Spirobolida, Familia Spirobolidae), posado sobre la manga de mi chaqueta, mostrando sus metámeros (más de 45), y un par de patas en cada metámero o división corporal, por lo que se asume que tiene más de 70 patas.

El milpiés se ha internado entre la hojarasca del jardín, donde se alimenta a partir de materia vegetal, que descompone, extrae los nutrientes que requiere, y reincorpora el resto de esa materia orgánica al suelo en forma de detritus.

Un espécimen de mariposa luminaria, de parches naranja, está haciendo cripsis para protegerse de los depredadores, mientras se alimenta a partir de flores de claveles anaranjados del Género Tagetes.

La oruga de una mariposa luminaria, de Parches Naranja (Clase Insecta, orden Lepidoptera, Familia Nymphalidae, Especie Actinote stratonice), ha iniciado el proceso de transformación en pupa o crisálida, para lo que se adhiere a la superficie de la pared de nuestra casa en Palmira.

Una polilla bruja (Filo Arthropoda, Clase Insecta, Orden Lepidoptera, Superfamilia Noctuoidea, Familia Erebidae, Especie Ascalapha odorata), de sexo masculino, se posa cerca de una lámpara de luz eléctrica, en el pasillo de mi casa de Palmira.

Una polilla bruja, de sexo femenino, se posa sobre el marco de la puerta de mi habitación, atraída por las lámparas de luz artificial, aprovechando para escapar del excesivo frío exterior.

Un grillo de campo ( Filo Arthropoda, Clase Insecta, Orden Orthoptera, Familia Gryllidae, Género Teleogryllus), se ha posado sobre el mantel que cubre la mesa de los santos, en la sala de nuestra casa en Palmira, dedicándose a chirriar, llamando a otros de su especie, o proclamando que ese es su territorio.

video subido desde mi cuenta de YouTube, que pueden seguir como Ali Riera

Un espécimen de tarántula (Reino Animalia, Filo Arthropoda, Clase Arachnida, Orden Araneae, Suborden Mygalomorphae, Familia Theraphosidae, Género Cyriocosmus), fotografiado en horas de la noche, entre las hojas de la grama del estacionamiento de la casa de Palmira, mostrando sus bellos colores y su cuerpo robusto, de unos 5 cm.

La diversidad biológica que se observa en momentos cuando ocurre el cambio de la estación seca a la estación húmeda, en Venezuela, es digna de admiración y sobre todo, de estudio científico, por las implicaciones ecológicas que estos eventos traen a nuestros espacios geográficos.

Esta chicharra, adaptada a los espacios del municipio Andrés E. Blanco, Edo. Lara, es un poco más pequeña que las avistadas en zonas más bajas, de mayor insolación y altas temperaturas, de Venezuela.

Esta araña lobo (Filo Arthropoda, Subfilo Chelicerata, Clase Arachnida, Orden Araneae, Infraorden Araneomorphae, Superfamilia Lycosoidea, Familia Lycosidae), fue fotografiada cerca de la nevera, ubicada en la sala de cocina, de nuestra casa de palmira.

Bibliografía sugerida:

Tarántulas de la familia Theraphosidae y datos de interés sobre el género Cyriocosmus
FUENTE

Cyriocosmus
FUENTE

Listado de especies de ciempiés (Myriapoda, Chilopoda), conocidas en Venezuela. Dalmiro J. Cazorla Perfetti*
FUENTE

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Ali Riera

Todas las imágenes fueron tomadas con un equipo celular Xiaomi Redmi9C y son propiedad de @aliriera.