Aceites esenciales
Empezare por decir que los aceites esenciales son sustancias que se encuentran en diferentes tejidos vegetales. “Almas de las Plantas”, así le decían los antiguos alquimistas, porque contienen numerosos compuestos químicos naturales, provenientes de la planta que se extraen, se pueden utilizar como remedio casero en numerosos eventos. La aromaterapia es una técnica muy antigua que utiliza los aceites esenciales con fines terapéuticos, tanto a nivel físico como emocional. Aunque en la cosmetología o el hogar, también podemos utilizar sus magníficas propiedades. Cada aceite esencial contiene las propiedades específicas de la planta de la que se obtiene, estos componentes químicos nos sirven para distintas finalidades. Un aceite esencial puede ser sedante (por ejemplo jazmín), mientras que otro tiene capacidad para estimular el sistema nervioso (ejemplo el romero). Unos destacan por sus propiedades bactericidas (como lo hace el tomillo), mientras que otros tienen mayor capacidad analgésica (el caso de la menta). En líneas generales, y gracias a sus compleja composición molecular, todos los aceites esenciales son, en mayor o menor grado: regeneradores celulares, pueden mejoran la circulación sanguínea y linfática, antibióticos, antiinflamatorios, inmunoestimuladores, antivíricos, antisépticos, o equilibran las emociones.
Los aceites esenciales de acuerdo a sus propiedades, tienen diferentes vías de penetrar o absorberse en el organismo humano. Daré mención a las más comunes:
Vía tópica:
Los aceites esenciales también acceden a nuestro torrente sanguíneo atravesando las distintas capas de la piel y circulan por todo el cuerpo. La bioquímica Margueritte Maury, fue la pionera de la aromaterapia, utilizaba aceites esenciales en los masajes terapéuticos. Margueritte Gaury, junto con su contemporáneo René Maurice Gattefosé, establecieron las bases de la aromaterapia moderna. Esta maravillosa científica dedicó muchos años a la investigación y aplicación práctica de la aromaterapia, descubriendo así que las partículas volátiles de los aceites esenciales resultaban mucho más eficaces y seguras aplicadas en la piel que ingeridas. Otros precursores en la aromaterapia utilizaban los aceites esenciales de forma interna (ingeridos), Marguerrite Maury observó que su aplicación externa, combinada con técnicas específicas de masaje, permitía una distribución de los principios activos más efectiva y duradera en el organismo, llegando al espacio intersticial de las células a través de los poros de la piel, e influyendo beneficiosamente en el sistema nervioso. La epidermis es la capa externa de la piel, es una de la más beneficiada con el uso constante de los aceites esenciales. Los aceites esenciales no solo nutren la piel, la hidratan y además regeneran efectivamente las células, pues estimulan el crecimiento celular en las capas más profundas. La densidad o fluidez del aceite que se use, repercutirá en la rapidez de penetración o absorción en sangre.
Vía oral:
Por medio del aparato digestivo, un aceite esencial al ingerirlo puede incorporarse a nuestro torrente sanguíneo. No debería hacerse esta práctica por nuestra cuenta, es decir sin un especialista. La ingesta de aceites esenciales debe hacerse única y exclusivamente bajo prescripción médica.
Vía respiratoria:
El penetrante aroma de los aceites esenciales tiene un efecto inmediato en las emociones, por eso, una de sus principales aplicaciones consiste en armonizar o equilibrar estados de ánimo desordenados o extremos. Los aceites esenciales son fracciones líquidas volátiles, se evaporan fácilmente, por lo tanto al ser inspiradas, penetran al organismo a través de los alveolos pulmonares, llegando al torrente sanguíneo. La intensidad de la respiración, la cantidad de oxigeno que tengamos en la sangre o las características especificas del aceite en cuestión, son factores que influyen en la eficacia y rapidez en la absorción de los aceites esenciales. La cavidad nasal, posee células que transmiten la información recibida desde el exterior hasta el cerebro, para que este procese y entienda los estímulos recibidos.
Extracción de los aceites esenciales
Dependiendo de la zona de la planta donde se encuentre más concentrado el aceite esencial, existen diferentes métodos de extracción de esta valorada sustancia. Algunos de estos métodos pueden ser:
- Maceración: Consiste en colocar la planta en un liquido que atrape todas sus propiedades, por un determinado tiempo. Cuando la maceración se hace en alcohol se llama tintura. Al realizar esta maceración en aceites vegetales se llamara oleato.
- Destilación por vapor: Para la obtención de los aceites esenciales, este es el método más común. Se utiliza con plantas resistentes, la esencia se encuentra en partes como el tallo, tronco, hojas, por ejemplo. Se emplean alambiques con agua, en donde se introduce la parte de la planta que queremos destilar. Al calentarse, el vapor arrastra las moléculas volátiles de la planta y van a parar a otro recipiente junto con el vapor. La diferente densidad del agua y el aceite, al enfriarse hace que la esencia quede depositada en la parte superior separada del vapor, ya convertido en agua.
- Extracción con disolventes volátiles: Es utilizada esta técnica, cuando se quiere extraer una parte muy delicada de la planta, por ejemplo los pétalos de flores como el jazmín o la rosa, que no soportarían una destilación por vapor. Este proceso necesita una gran cantidad de materia prima para la extracción. Son muy costoso los aceites esenciales obtenidos por este método. Consiste en utilizar determinados disolventes para, al igual que en la maceración, conseguir que la esencia de la planta quede retenida en ellos. Luego se elimina la humedad y se obtiene la esencia que en este caso se llama “Absoluto”.
- Expresión: Este método es empleado para extraer la esencia de los frutos cítricos, ya que sus aceites esenciales se encuentran en la piel exterior del fruto y para obtenerlos es necesario prensar su corteza.
Destilación por arrastre con vapor de agua
Algunos aceites esenciales
Para que un aceite esencial sea verdaderamente efectivo, debemos adquirirlo en su forma más pura, extraído directamente de la planta. Importante también que su producción haya sido ecológica, libre de pesticidas o fertilizantes que alteren su pureza y sus propiedades naturales. Se deben conservar siempre en lugares frescos y en botes de cristal oscuros. Este es un listado de algunos de los más beneficiosos, a mi criterio:
- El aceite de coco: Es extraordinario, ideal en la cosmética y aromaterapia. Es perfecto para tratar problemas de acné o sus cicatrices. También es un gran tonificante. Además, actúa como un excelente antibacteriano, perfecto para prevenir además hongos o cualquier tipo de infección. Y protege y suaviza la piel y el cabello (estupendo si lo utilizas como mascarilla capilar), siendo muy efectivo para cabellos maltratados y pieles secas.
- Aceite de almendras dulces: Es uno de los mejores aceites esenciales y el más se utilizado en aromaterapia. Ideal para todo tipo de pieles, tanto para las más secas como las más delicadas. Es muy rico en minerales y vitaminas, suaviza la piel y la cura, así que es perfecto para tratar heridas, quemaduras, aberturas, cicatrices. También es un buen hidratante, por lo que es ideal para aplicarnos en el cuerpo después de la ducha.
- Aceite de caléndula: Este aceite es adecuado para personas con psoriasis, dermatitis y manchas en la piel. Es ideal, además, para los niños pequeños evitándoles irritaciones o pañalitis, en personas con pieles muy delicadas. Este aceite es excelente para personas con varices, también para personas con alergias. Y es perfecto para atenuar las manchas que nos salen del sol.
- Aceite de argán: Son grandiosos los beneficios que nos aporta, en especial si nuestra piel ya es un poco más madura. Es un maravilloso antioxidante, previene el envejecimiento de los tejidos y combate muy efectivamente los radicales libres. Aporta elasticidad, tonicidad y juventud a la piel. El aceite de argán tiene 50 veces más vitamina E que el aceite de oliva.
- Aceite de rosa mosqueta: Hoy día es uno de los más usados hoy gracias a sus ácidos grasos esenciales, perfectos para nutrir y regenerar la piel. Si hay estrías o cicatrices, al aplicar a diario un poco de aceite de rosa mosqueta. Se observara como se van atenuando. No solo previene la aparición de arrugas y estrías, también es muy útil para tratar el acné.
- Aceite de jojoba: El aceite de jojoba trata efectivamente problemas de acné, exceso de grasa o los brillos en la piel. También es muy rico en vitamina E, perfecto para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, conseguir que nuestras células estén unidas y, por tanto, la piel estará elástica e hidratada.
- Aceite de lavanda: Es perfecto para suavizar cicatrices producidas por el acné y para curar heridas o incluso quemaduras. También es ideal para prevenir arrugas. Poniendo un par gotitas de aceite de lavanda sobre la almohada, ayudara a conciliar el sueño, es uno de sus mejores beneficios.
- Aceite de germen de trigo: Es un excelente antioxidante y nutritivo perfecto para pieles maduras o muy maltratadas por el sol. Sus propiedades vienen de sus múltiples minerales, aminoácidos esenciales y vitaminas. Es magnífico para atenuar arrugas y conseguir una piel más elástica.
- Aceite de eucalipto: Para problemas respiratorios es uno de los que más se recomienda, esta planta contiene un amplio potencial analgésico y expectorante Tiene propiedades realmente interesantes que sorprende. Su uso más común es como descongestionante. Se puede añadir una cucharada y media de aceite esencial de eucalipto en un recipiente con agua hirviendo, cuando este vapor comience a salir deberá absorber el vapor durante 5 minutos, cubriendo la cabeza con una toalla para que el vapor no se escape. Poco a poco las vías respiratorias se liberan de la inflamación que causan estas virosis.
- Aceite de menta: Este aceite esencial contiene propiedades descongestionantes, antimicrobiano, antiviral y antihistamínicas que alivian ataques de asma, ayuda a frenar los síntomas de las infecciones pulmonares. Está recomendado en casos de asma, gripe y resfriados, ya que disminuye la congestión e irritación de nariz y garganta. Para ello deberá combinar dos gotas de aceite esencial de menta, una gota de aceite esencial de limón, ocho gotas de aceite de lavanda y veinte gotas de aceite de almendra. Esta mezcla se frota en el área del pecho y al ir aspirando el olor que librará, las vías respiratorias se descongestionan. También se podría humedecer un trozo de algodón con aceite esencial de menta e inhalarlo durante 5 o 10 minutos y así descongestionar las vías respiratorias
- Aceite de clavo dulce: Tiene compuestos antivirales y antiespasmódicos que ayudan a mejorar y aliviar las molestias causadas por las infecciones respiratorias. El aceite esencial se frota en el pecho y espalda para aliviar la congestión. Una pequeña cantidad de aceite de clavo dulce combinado con aceite de coco, ayudara a mejorar los cólicos abdominales.
- Aceite de manzanilla: se destaca por su alto contenido de compuestos antiinflamatorios, antiespasmódicos y antivirales, ideales para aliviar en poco tiempo los síntomas de las infecciones respiratorias. Aplicar un poco de aceite esencial de manzanilla en el pecho y la espalda, realiza suaves masajes durante algunos minutos, la mejoría será inmediata.
- Aceite de romero: Tiene un efecto bactericida muy efectivo contra cepas de estafilococos (aureus y argentas) y contra estreptococos, bacterias E. Coli y Klebsiella. También tiene un potente efecto circulatorio, por lo que resulta muy adecuado para emplear en masajes en caso de dolores musculares y articulares, problemas reumáticos, neuralgias. En el tratamiento de infecciones fúngicas, como las micosis provocadas por Cándida albicans, es de gran ayuda realizar lavados con infusión de romero. Para ello se toman unas cucharadas de romero (las hojas secas) y se dejan hervir en agua, luego se cuelan se dejan enfriar y se usan para lavados vaginales. Este método casero es una suave manera de aplicar las sustancias activas del aceite de romero en una solución acuosa. Una infusión de romero tiene un efecto antiinflamatorio y favorecedor de la diuresis y otras patologías femeninas como la cistitis.
- Aceite de tomillo: tiene un amplio espectro bactericida, debido a dos de sus componentes, el thymol y el carvacrol, que se ha aplicado con eficacia contra gérmenes multiresisitentes. Su aplicación más específica son las infecciones respiratorias y las infecciones por tricomonas de la vejiga. Es uno de los más importantes en aromaterapia. Existen diferentes tipos, los más destacados son el tomillo rojo también denominado tomillo de jardín (Thymian ct. thymol), y el tomillo negro (Thymian ct. cavacrol). Desde el punto de vita botánico se trata de la misma planta. Sin embargo, dependiendo del clima y la situación geográfica hay diferencias en el espectro de eficacia. Junto a su capacidad de eliminar gérmenes, el tomillo también tiene un fuerte efecto circulatorio y analgésico. Estas propiedades hacen que también se pueda utilizar en tensiones musculares, calambres e incluso artritis, artrosis y dolores articulares varios.
- Aceite de orégano: Tiene un aroma característico, no solo se emplea como especia de la cocina mediterránea, también posee muchas propiedades medicinales, como por ejemplo fungicida, antiparasitario, antiviral, antibacteriano. Es de mucha ayuda en las infecciones de las vías respiratorias, de la vejiga, conductos urinarios y del sistema linfático. En el herpes labial es muy eficaz. El aceite esencial de orégano, no puede usarse puro por ser muy abrasivo, debe diluirse en otro aceite básico. Su efecto antiséptico se luce en casos de abscesos, forúnculos y heridas abiertas. Puede también eliminar dolores reumáticos y migrañas. Ayuda en caso de gases, malestar gástrico y es estimulante del apetito.
- Aceite de salvia: Es muy bueno para actuar contra gripes virales, sinusitis, amigdalitis, bronquitis e incluso neumonía. El aceite es muy eficaz en caso de gingivitis, dermatitis y alteraciones intestinales provocadas por virus. Sus propiedades antiinfecciosas son letales para muchas bacterias como el estafilococo áureo, el estreptococo B-hemolítico, las pseudomonas, la klebsiella y las bacterias coli. Debido a que el aceite de salvia tiene un alto contenido en cetona, que en caso de sobredosificación puede provocar alucinaciones, este aceite debería ser recetado y dosificado por un especialista. Las personas con historial de epilepsia deben de evitar el aceite de salvia.
- Aceite de limón: Este aceite es de los mejores para aplicar en épocas de resfriados y gripes. Sus fuertes propiedades antibacterianas y antivirales no sólo ayudan a combatir infecciones de las vías respiratorias, el aceite esencial de limón limpia y desinfecta el aire ambiental y lo libera de gérmenes, por lo que puede emplearse eficazmente para evitar contagios. Para ello es apropiado aplicado mediante difusores. La efectividad de esta forma de desinfección ambiental y de cómo se puede emplear en la higiene de los hospitales la demostró un médico francés, el doctor Jean Valnet, renombrado aromaterapeuta. Los estudios de Valnet demostraban que el aceite de limón nebulizado era capaz de matar meningococos en 15 minutos, bacilos del tifus en 1 hora, estafilococos en 2 horas y neumococo en 3 horas. El sistema inmunitario se beneficia directamente del efecto del aceite de limón. Tiene un efecto estimulante de las defensas pues aumenta la cantidad de glóbulos blancos.
- Aceite de melisa: Tiene un potente efecto antiviral, así como propiedades antiinflamatorias, calmantes y antiálgicas (contra los dolores). Para el herpes labial en un estadio inicial, una gota de aceite esencial puro de melisa ayuda a evitar que se extienda. Hay estudios que demuestran que el mecanismo de efectividad del aceite de melisa en la lucha viral se debe a que el aceite se acopla a las paredes virales y las destruye.
Advertencia a tener en cuenta al usar aceites esenciales
Debemos tener siempre presente, la indicación o uso de cada uno de los aceites esenciales, no podemos experimentar a lo loco.
No utilicemos los aceites esenciales puros sin diluir, directamente sobre la piel ni ingerirlos (salvo indicación expresa del especialista).
No utilizarlos con niños, ni en mujeres embarazada o dando el pecho (de nuevo, salvo indicación profesional).
Los aceites esenciales son termosensibles, por lo que pueden perder muchas de sus propiedades al calentarlos o mezclarlos con algún vehículo muy caliente.
A medida que se vayan conociendo las propiedades, aplicaciones y precauciones a tener en cuenta, será muy divertido trabajar con los aceites esenciales. Podríamos tener un estante de alquimia. Al tener cierta cantidad de aceites esenciales, podremos ir descubriendo remedios para todo tipo de problemas que se nos presente en el hogar, elaborando nuestras propias combinaciones. Tocar, olfatear y experimentar con estas extraordinarias sustancias es un arte, que podrá llegar a cautivar a muchos, sobre todo cuando se comprueba su gran eficacia.
Al experimentar con las distintas propiedades de los aceites esenciales, nos permitirá elaborar mezclas personalizadas. Podremos preparar una mezcla anti-piojos, una crema hidratante natural, un producto de limpieza, un remedio para heridas o quemaduras, o un remedio para el dolor de cabeza, fiebre o resfriado. A parte de incorporar esta práctica natural y saludable a nuestra vida, disfrutaremos de un proceso creativo y sano.
Buenas tardes, excelente post, personalmente he usado algunos aceites para aromaterapia como el de chocolate, melocotón, fresa, cambur, pero el que me relaja mucho es el de lavanda; me sirve mucho para los momentos de estrés ;)
Gracias por tu tiempo y tu comentario. Los aceites esenciales son muy ricos en cuanto a sus propiedades. Muchos de ellos tienen múltiples propiedades. El aceite esencial de Lavanda, es considerado el rey de los aceites esenciales por sus múltiples propiedades, beneficios y aplicaciones, es el único aceite esencial que no debe faltar en el hogar y el primero al que se puede recurrir en caso de duda. Gracias nuevamente por el apoyo. Suerte y muchas bendiciones