¿Qué tanto sabes de meteoritos?

Una de las interpretaciones mas extendidas acerca del origen de los meteoritos se debió a Aristoteles, quien sostenía que los meteoritos eran cuerpos sólidos formados en la superficie terrestre que habían sido proyectados al cielo por el viento o una erupción volcánica, y posteriormente habían vuelto a caer sobre la tierra.

Avicena, hacia el año 1000, mantuvo que los meteoritos se formaban en los niveles superiores de la atmósfera. En la edad Media se registraron numerosos episodios conocidos como "luvia de piedras"; las crónicas describen estos fenómenos con gran precisión y riqueza de detalles. Hacia finales del siglo XVIII, el alemán E. F Chladni especulo con la posibilidad de que los meteoritos fuesen fragmentos de cuerpos no terrestres que se habían desintegrado. En el siglo XIX, fueron famosas las lluvias de piedras de Stannern, en el Tirol austriaco, y de Butsura, en la India.

 

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También se conservan testimonios del impacto contra la superficie terrestre de masas de proporciones considerables, como la que cayo e las cercanías de Brescia, Italia, en 1983.

Meteoros y Meteoritos.

En sus observaciones de la boveda celeste, los astronomos de la antiguedad constataron la existencia de pequeños puntos de luz semejantes a estrellas, que atravesaban velzmente el firmamento, normalmente en sentido descendente, para desaparecer en pocos segundos. Es lo que hoy se denomina genericamente estrellas fugacez.

En términos astronómicos se define como meteoro al fenómeno luminoso provocado por cualquier cuerpo celeste que, procedente del espacio, se incendia al penetrar en las capas altas de la atmósfera terrestre. En cambio, se llama meteorito al cuerpo celeste de la misma procedencia que, a su paso por la atmósfera, se incendia y volatiza en parte, pudiendo llegar a alcanzar el suelo terrestre.

Dada su proximidad a la Tierra, los meteoritos son atraídos por nuestro planeta, precipitándose hacia el suelo y fracturándose. La velocidad de impacto del meteorito disminuye cuando la dirección de su desplazamiento coincide con la del planeta. Sucede al contrario si aquel viaja al encuentro del globo terrestre.

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