Monólogo: Buscando la reflexión
Hola comunidad, espero que se encuentren bien, en esta oportunidad me aventuro al mundo de la reflexión con atardecer y café, espero que sea de su agrado, sin mas, a continuación:
Un sábado donde no existe sorpresas, me tomo mi café y observo el atardecer para realizar una pequeña reflexión o monólogo, un instante de silencio interno ya que la musa de la poesía anda intermitente.
Ayer conocí un señor con los ojos azules de un cielo índigo tan hermoso, una voz muy suave que provoca arrollarse en la sutilezas de sus palabras, pero el tiempo me iba en contra, aunque quisiera no podía quedarme lo que me hubiese gustado.
Su cara se parecía familiar, muy parecida a la genética de mi familia lo cual hizo que me sintiera más identificada con él, pero no le pregunté ni su apellido ni un poco más para investigar si por cosas del destino había un parentesco cercano.
Sentarme hablar con él, en esos pocos minutos fue algo tranquilizante para mi cuerpo inquieto y salvaje lleno de pensamientos sin cesar.
Y ahora que lo pienso logró bajar mi energía al mínimo porque logré dormir 8 horas continuas y sin interrupciones, ya es un milagro.
No sé porque termine escribiendo sobre él, la verdad mi sentimiento iba hacia otro tema, siento que esto también es inesperado como todo lo que me pasó en la semana.
Pero aquí estoy, tomando mi café y pensando muchas cosas más… Quizás la palabra nada signifique más de lo que nos indica el diccionario, quedarte sin nada, tiene peso, sentir que no tengo nada, quizás tengo mucho, o no siento nada y tal vez sea así, que el sentir desaparece hasta el nivel de que la importancia de las cosas deja de significar algo para mí.
Ir por la calle y ya empezar a sentir indiferencia sobre lo que sucede alrededor o no ver más allá que solo tu camino, aparte de saber que todo está quebrado y solamente te sale decir lo siento pero no puedo, me pregunto ¿En qué momento me sucedió esto?
Incluso conocer a las personas sin tener ningún tipo de expectativas y esperar o ligando o teniendo la suerte que no sea ese tipo de personas que te pueda meter en un problema sin razón, pero andas con cierto recelo a pesar de que es de tu agrado, confiando en tu instinto porque es lo único que te queda.
No es una reflexión para que la lea todo el mundo, ya siento que debo disculparme pero es lo que realmente siento, por cualquier motivo sale un alerta, sabes, el sentir que no puedes dejar las cosas que suceden y ya o esperar que pasa y veremos.
Vivir en esta guerra sin bombas, donde no podemos ni quejarnos porque alguien siempre estará peor que yo, hace que toda tu frustración se acumule y debas hacer una actividad para canalizar todo lo que sientes por dentro por cada cosa que te pueda pasar en el día, tan bueno como malo sin nombrar por ninguna parte las toma de decisiones.
Puedo esperar desvanecerme en esta ciudad, este país y que ya no quede más nada de mí, y me convierta en arena para que el viento me lleve a la mar y ahí me sumerja con la corriente dejándome trasladar por la marea.
Pensando sobre un punto siento que ya no tengo más nada que hacer aquí, y no me rindo sí se llega a confundir con mi lectura, es algo más simple y complejo como el agotamiento y no querer dar más, aunque te digan que debes seguir adelante porque falta menos y veamos la luz pero realmente siento que yo sigo al final del túnel a pesar de mi optimismo diario.
¿Qué contradictorio, cierto?
Teniendo en cuenta el país en que vivo lleno de contradicciones y locura, que todo está de cabeza, siento que fue una linda reflexión muy light con todo lo que verdad siento por dentro y me gustaría realmente expresar pero será para la próxima mi gente hermosa.
Ayer conocí un señor con los ojos azules de un cielo índigo tan hermoso, una voz muy suave que provoca arrollarse en la sutilezas de sus palabras, pero el tiempo me iba en contra, aunque quisiera no podía quedarme lo que me hubiese gustado.
Su cara se parecía familiar, muy parecida a la genética de mi familia lo cual hizo que me sintiera más identificada con él, pero no le pregunté ni su apellido ni un poco más para investigar si por cosas del destino había un parentesco cercano.
Sentarme hablar con él, en esos pocos minutos fue algo tranquilizante para mi cuerpo inquieto y salvaje lleno de pensamientos sin cesar.
Y ahora que lo pienso logró bajar mi energía al mínimo porque logré dormir 8 horas continuas y sin interrupciones, ya es un milagro.
No sé porque termine escribiendo sobre él, la verdad mi sentimiento iba hacia otro tema, siento que esto también es inesperado como todo lo que me pasó en la semana.
Pero aquí estoy, tomando mi café y pensando muchas cosas más… Quizás la palabra nada signifique más de lo que nos indica el diccionario, quedarte sin nada, tiene peso, sentir que no tengo nada, quizás tengo mucho, o no siento nada y tal vez sea así, que el sentir desaparece hasta el nivel de que la importancia de las cosas deja de significar algo para mí.
Ir por la calle y ya empezar a sentir indiferencia sobre lo que sucede alrededor o no ver más allá que solo tu camino, aparte de saber que todo está quebrado y solamente te sale decir lo siento pero no puedo, me pregunto ¿En qué momento me sucedió esto?
Incluso conocer a las personas sin tener ningún tipo de expectativas y esperar o ligando o teniendo la suerte que no sea ese tipo de personas que te pueda meter en un problema sin razón, pero andas con cierto recelo a pesar de que es de tu agrado, confiando en tu instinto porque es lo único que te queda.
No es una reflexión para que la lea todo el mundo, ya siento que debo disculparme pero es lo que realmente siento, por cualquier motivo sale un alerta, sabes, el sentir que no puedes dejar las cosas que suceden y ya o esperar que pasa y veremos.
Vivir en esta guerra sin bombas, donde no podemos ni quejarnos porque alguien siempre estará peor que yo, hace que toda tu frustración se acumule y debas hacer una actividad para canalizar todo lo que sientes por dentro por cada cosa que te pueda pasar en el día, tan bueno como malo sin nombrar por ninguna parte las toma de decisiones.
Puedo esperar desvanecerme en esta ciudad, este país y que ya no quede más nada de mí, y me convierta en arena para que el viento me lleve a la mar y ahí me sumerja con la corriente dejándome trasladar por la marea.
Pensando sobre un punto siento que ya no tengo más nada que hacer aquí, y no me rindo sí se llega a confundir con mi lectura, es algo más simple y complejo como el agotamiento y no querer dar más, aunque te digan que debes seguir adelante porque falta menos y veamos la luz pero realmente siento que yo sigo al final del túnel a pesar de mi optimismo diario.
¿Qué contradictorio, cierto?
Teniendo en cuenta el país en que vivo lleno de contradicciones y locura, que todo está de cabeza, siento que fue una linda reflexión muy light con todo lo que verdad siento por dentro y me gustaría realmente expresar pero será para la próxima mi gente hermosa.
Texto original de mi autoría
Espero que le haya gustado.
Gracias por visitarme/leerme.
Hasta la próxima.
@CathyHaack
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Posted from my blog with SteemPress : http://www.cathyhaack.epizy.com/2019/03/23/monologo-buscando-la-reflexion/