Saludos lectores, después de tomar en cuenta unas correcciones y exprimirme la cabeza para redactar de otra manera, aquí les traigo otro de los soliloquios de Los Tormentos que he hecho en mis ratos sin electricidad. Para los que lean esta clase de post por primera vez, les pondré lo siguiente para que sepan de qué va el tema:

El escrito en cuestión es uno de una serie de soliloquios que estoy desarrollando, los cuales tienen que ver con los pensamientos de un grupo de seres fantásticos (o monstruos) que se hacen llamar “Los Tormentos”, quienes viven en un mundo donde el ánima (alma) es todo y el cuerpo es nada, a tal nivel que es un objeto reemplazable que los mismos habitantes pueden crear con sus poderes. Esa visión sobre el cuerpo es debido a la ley divina de los tres dioses de ese mundo, y que por culpa de ello, los que ahora son Los Tormentos sufrieron por pensar diferente.

Espero les guste el texto y el paso a paso del arte de personaje que pondré a continuación.

Curiosidad:¿Sabías que "Ultio" significa "Venganza" en latín?

Soliloquio del Resentimiento

Somos los tormentos, ese es nuestro credo.

Las acciones son un gran motor en la vida de los seres vivientes. Estas poseen un gran poder de efecto, cuya magnitud influye tanto directa como indirectamente a toda la sociedad. La reacción varía dependiendo de la persona, ocasionando diferentes respuestas; unas más inesperadas que otras. El resentimiento es parte de una infinidad de respuestas a esos efectos. El fuego es un gran ejemplo para comprender cómo funciona este sentimiento. No cuesta imaginarlo. Dos piedras entran en conflicto por sus acciones, su enfrentamiento causa una chispa que amenaza a las tierras de la sociedad, y una vez que todos se percatan del daño que ocasionan, poco a poco las chispas encienden el fuego del odio y el resentimiento.

¿Por qué es necesario mencionar tanto al resentimiento? Pues por su potencial de convertirse en tormento. Este se encuentra en el punto decisivo de una situación de conflicto: la elección de la solución. Si el enfrentamiento halla una respuesta prudente para ambas partes, no seguirá alimentando los motivos del mal sentimiento, sin embargo, de suceder el caso contrario; el cual está infectado por la influencia de las conveniencias y los temores, es muy probable que el fuego se avive más al prolongarse el conflicto.

El Tormento del Resentimiento, un suplicio que desafía a la naturaleza del fuego. El mal sentimiento al conseguir más vida, se aferra al corazón de la gente. Pronto, las llamas adoptan la forma de semilla, y sus raíces se expanden por todo el interior del individuo. El sentimiento es inteligente, pues sabe que en su forma original no durará, así que imita la casi inmortal natura de las plantas. De ser así, ¿cuáles serían sus frutos?
¿Un nuevo punto de vista? Es posible. El resentido al toparse con tantas frustraciones, llega al punto en que florece más su mal sentimiento, causando que ya no vea al mundo o a las personas de la misma manera. Ese cambio genera precaución e inseguridad.
¿La multiplicación de su ser? Otra buena posibilidad. Cuando el resentimiento afecta al comportamiento del individuo, puede ocasionar ciertas acciones que pongan alertas a quienes poseen paz interna todavía. Si intentaran detenerlo, es probable que ocurran cosas que generen más odio entre los involucrados, arruinando las relaciones entre ellos u otros elementos en su entorno.
¿La corrupción del alma? Un fruto sin lugar a dudas. El alma está enlazada a la paz interior del individuo, y con el mal sentimiento en el mapa, esta se ve amenazada por los malos pensamientos que surgen con el fin de atormentar. Mientras más prevalezca este invasor, el alma no conocerá la tranquilidad y motivará a las personas a cometer acciones que nunca lo dejarán satisfecho, pues en esencia, son intentos inútiles de hallar paz donde no hay.
¿Qué otro fruto podría haber? Los ya mencionados poseen suficientes beneficios para preservar al resentimiento, pero siento que todavía hay más que eluden a mi comprensión. Ante estos hechos, puede apreciarse que este tormento tiene un comportamiento con un fin…

¿Cuál sería la meta o el fin de este invasor del alma? Pues su comportamiento ya responde esa incógnita. Prosperar es el único deseo de este tormento. Busca ser una nueva clase de vida, pero debido a su naturaleza dañina, solo logra ser tan comparable al magma o a la lava. Sí, tan lleno de energía, aun así la misma destruye a otros. Por más que trate de imitar a las plantas, todo lo que producirá serán puras heridas.

El resentimiento al igual que quien lo posee, son movidos por el mismo disgusto: la frustración. Frustración por no tener lo que desean, por no cumplir lo que añoran, por no poder ser lo que quieren ser. Estos motivos y más son los obstáculos que crean las mismas personas, porque de ellas brotan la envidia, la codicia y el orgullo, los acompañantes preferidos de este tormento.

Yo, Ultio, como la encarnación del Tormento del Resentimiento, dudo que las semillas de fuego dejen de propagarse, porque mientras existan las conveniencias y los temores, la envidia, la codicia y el orgullo no perecerán, y el árbol del mal sentimiento seguirá siendo alimentado, hasta que se transforme en un bosque ardiente que consuma al mundo.

*Imágenes editadas con Adobe Photoshop CS6

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