Por muchos años he valorado el esfuerzo que hacen muchas personas por llevar una palabra de aliento a los demás, sobre todo en esos momentos en los se cree que uno está solo, y de pronto aparece la palabra ideal para animar un poco, ayudar a levantar y seguir adelante. Me he topado en mi vida personal con mucha gente así. En ocasiones recuerdo a todas y todas que el episodios de mi vida, detuvieron su marcha, me miraron a los ojos y me dijeron que siguiera: que yo podía.
No sé donde están muchos de ellos y ellas: noto su ausencia, pero al recordar aquellas palabras siento que están ahí, cerca de mi, animando mis pasos. Confiando en que sí puedo lograr lo propuesto.
A todos ellos, ellas: ángeles para el camino, ¡Gracias!