Entre los años 1990 y 1995, aproximadamente, se vivió la mejor guerra en la historia de las videoconsolas de sobremesa.
La Mega Drive o sega genesis fue la respuesta a la todopoderosa NES de Nintendo.
A pesar que en 1988 Sega lanza la sega genesis en Japón, sin lugar a dudas su mayor éxito a nivel mundial. En norteamérica sus ventas no fueron nada mal, pero fue en sudamérica y europa a partir de 1990, donde consiguió un éxito mayor que cualquier otra consola, cosa que se demuestra muy bien en el sur de Europa y en Brasil.
Sus 16 Bits de potencia evidenciaron la gran superioridad técnica respecto a la que en un principio fue su gran rival, la NES. Nintendo tardó años en contratacar. Hasta que en 1990 aparece en el mercado su rival: Super Family Computer o SNES, popularmente denominada Super Nintendo. Cuando se lanza la SNES, SEGA Mega Drive ya podría considerarse como un hardware “antiguo” ya que SNES ofrecía mejores resultados ya que era más potente, pero la Megadrive era más rápida.
Las diferencias entre ambos sistemas no eran tan notables en sus periféricos. Al contrario que los extravagantes de la anterior generación, en este caso se reducirían a pistolas, multi taps y los archiconocidos Master System Converter que hacía retrocompatible a Mega Drive y Super GameBoy que permitía emular los cartuchos originales de GameBoy en SNES. Aunque en la consola de SEGA contaria con algunos perifericos tan maravillosos como el Arcade Power Stick y otras “genialidades” como Activator. En los controles sí que había una notable diferencia entre ambos sistemas, aunque el campo de los “pads” suele ser muy personal, sujeto a gustos y comodidades. Por un lado el mando de SNES era robusto y sencillo, para algunos un alarde de originalidad casi minimalista. Pero el pad del sega genesis rompía los esquemas vistos hasta el momento, ya que tenia una ergonomía prácticamente perfecta que trasladaba la esencia arcade a nuestras manos y con una revisión maestra: el de seis botones.
Las compañías de videojuegos en numerosas ocasiones tenían que sacar un mismo titulo para ambas consolas, y era ahí donde la gente podía comparar qué consola era mejor técnicamente, por suerte para Sega la diferencia solo era perceptible en algunos títulos.
El equilibrio era muy notable y poco a poco, se formaron comunidades que apoyaban una u otra consola, una u otra mascota. Sonic y Mario seguían produciendo juegos espectaculares. Mientras Sega sacaba juegos de notable cada pocos meses, Nintendo se centraba en sobresalientes anuales.
Con el paso del tiempo Sega empezó a sacar caros periféricos mientras Nintendo mejoró sus juegos incorporando chips y firmó contratos de exclusividad con conocidas compañías como rare. Con esto se demostro como la política de Nintendo sería la correcta, al firmar contratos de exclusividad. Esto logro que las compañías no se tenían que preocupar de que las versiones de la Snes y sega genesis de un mismo juego fuesen similares y podían utilizar todo el potencial de la Snes y de sus nuevos chips. Esta estrategia ya usada en la Nes con juegos como el Super Mario bros 3 nos brindó juegos como Star Fox, Killer Instint o Donkey Kong Country, con polígonos en 3D o gráficos renderizados que evidenciaban la superioridad técnica de la Snes sobre la sega genesis sin necesidad de periféricos o ampliaciones. Gracias a las politicas de nintendo la diferencia se hizo muy evidente y Sega tuvo que optar por otras políticas para conseguir que sus usuarios no se pasasen a Nintendo.
Fueron años en que estas 2 grandes compañias se esforzaban al máximo y su competencia entre ellas era enorme, los 2 sistemas estaban en una evolución constante, cada vez había mejores juegos, con mas megas y sin lugar a duda los máximos beneficiados éramos nosotros.