- Tiene identidad, conoce la historia del lugar donde se vive, sirve para estar identificado con él.
- Está informado, no basta con saber qué significan los colores de la bandera, quién escribió el himno nacional o cuántas constituciones ha tenido su país. Hay que saber cuáles son los derechos y los deberes que señala la Constitución Nacional, qué es el Derecho Internacional Humanitario, qué leyes se están tramitando en el Congreso, los problemas que afectan su comunidad y que soluciones puede aportar
- Es deliberante, examina atentamente pros y contras de una decisión. No traga entero, analiza y pide razones y explicaciones, y las da cuando quiere convencer a otros.
- Participa, estar informado y ser analítico obliga a no quedarse con ese conocimiento. El buen ciudadano comparte sus saberes con los demás y toma parte de acciones que sirven a la comunidad. Además, está pendiente y alerta de los mecanismos de participación que existen en su entorno: colegio, empresa, conjunto residencial, etc.
- Se rebela, indignarse ante la arbitrariedad es una de las características más importantes de un buen ciudadano. Si se tienen claras las reglas del juego y estas se incumplen sin justificación, es obligación oponerse a ello. No se trata de recurrir a las vías de hecho sino a las de derecho o mejor, a las institucionales.
- Es ético, la moral es una cuestión complicada. Los narcotraficantes, por ejemplo, trastocaron valores como la amistad, el honor y la honestidad. En nombre de ellos asesinaron a cientos de personas. Por eso, es importante identificar los valores que son reconocidos por todos y después seguirlos al pie de la letra. La ética precede la técnica, la ciencia y el poder.
- Vela por el bien público, sus conocimientos, su posibilidad de participar, de rebelarse ante las arbitrariedades, lo obligan a buscar que prime el bien público sobre el particular. De igual forma, vela por el bienestar de los más débiles.
Sort: Trending