Si estudiamos el comportamiento humano con relación a los años pasados con el actual, veremos el rumbo que ha tomado la sociedad luego de la aparición de un sinfín de redes sociales, que han hecho de la humanidad una masa que vive sumergida en círculo de opiniones acerca de su vida, ya la privacidad se ha tornado de como mito, sencillamente es normal que todos sepamos la vida de cualquiera en el planeta, que hace uso de las redes sociales. Todos estamos sometidos a esta revolución que ha sido efectiva por parte de las redes sociales, haciendo que pensemos un mundo invadido de la tecnología virtual.
Nuestro comportamiento ha ido cambiando conforme pasan los años, temiendo en muchos momentos por un aislamiento predecible por parte de muchos expertos; es imposible que en los años futuros no vivamos tiempos, que sea normal ver nuestras ciudades vacías y que todo el movimiento dentro de la sociedad sea cibernéticamente. Lo que te digo hoy a través de mi publicación, no son falsedades, es un veredicto dictado por los padres de nuestra especie, ya el tiempo de lo manual y humano se ha terminado, abriéndole paso a una era gobernada por las redes sociales y todo lo que a ellas le compete. Si hablamos de un mundo cibernético, tenemos que hablar de la automatización y con ello vendría el éxodo humano ¿Por qué digo esto? Pues al tener un mundo capaz de moverse por sí solo, gracias a la programación, el planeta ya no necesitaría de la raza humana, sencillamente porque todo lo que hacemos, se programaría y lo realizarían las maquinas.
El comportamiento humano era natural y preciso antes de las redes sociales, luego pudimos ver como las generaciones nacientes, evolucionaban de tal forma que su conducta era distinta al de aquellas generaciones más antiguas, haciendo notar la deficiente emoción que tenían a la hora de convivir como especie; el sentido humano se pierde a la razón del tiempo, dando prioridad a las acciones en sus redes sociales. Es normal que veamos un grupo de personas reunidas sin cruzar una sola palabra entre sí, pero cuando están compartiendo una red social, es un caso distinto, quizás porque su mente está dispuesta para ello o simplemente es un escape que han encontrado a la realidad que se vive a nivel mundial. Repentinamente las redes sociales se han adueñado de la mente humana, hasta tal punto que ya es difícil habitar este mundo sin ellas.
La verdad de todo esto es que la adaptación de las redes sociales en el planeta debe ser equilibrada, como todo tiene que haber un poco de cada cosa, es decir, poder convivir con lo rutinario, así como tener un tiempo para las redes; ante todo tenemos que recordar lo que somos y apegarnos a ello, jamás lo virtual estará por arriba de lo humano. Es importante que juntos busquemos el instante en el cual debamos de modificar el comportamiento que tenemos hasta ahora y ofrecer un cambio beneficioso para todos, haciendo de nuestra existencia algo más que un sueño.