Primeramente hay que comprender el valor de las ofrendas o contribuciones hecho en la verdadera iglesia, estos son asuntos muy delicados de la fe, pero cuando a vosotros guardaos ciertamente de las cosas delicadas al anatema, no sea que la codiciéis y tomando de las cosas del anatema, hagáis del maldito el campamento de Israel tragáis desgracia sobre él.

Estas son cosas delicadas, no es permitido para ninguna persona de codiciar o tocar, estas son cosas delicadas.

Cierto hombre llamado Ananías con Safira su mujer, vendió una propiedad se quedó con parte del precio sabiéndolo también su mujer, trayendo la otra parte la puso a los pies de los apóstoles.

Más Pedro le dijo: Ananías, por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo quedarse con parte del precio del terreno? Mientras estaba sin venderse, no te pertenecía?
Y después de vendida ¿No estaba bajo tu poder?
¿Por qué concebiste este asunto en tu corazón?
No has mentido al hombre sino a Dios.

Al oír Ananías estas palabras cayó expiró vino un gran temor sobre todos los que lo supieron, estos son cosas muy delicadas por eso consideramos los ofrecimientos cosas muy delicadas, no se debe mentir de todas las personas solamente de los que entienden de lo que se está haciendo ya que lo que está haciendo es algo delicado.

El sacrificio de los impíos es abominación al Señor, más la oración de los rectos es un deleite por eso no se aceptan contribuciones de todas las personas. La obra de contribuir en la verdadera iglesia es mandar para los miembros encimados en el bautismo. Pero no para las personas que no han recibido el bautismo verdadero.

Porque la obligación de hacer los mandamientos del Señor Jesucristo está en las personas que son bautizadas.

Id, pues y hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y es aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Después del bautismo enseñamos a guardar o cumplir todo lo que os he mandado y parte delo mandamientos del señor Jesucristo la contribución en la verdadera iglesia.

Con derecho se debe guardar o cumplir en un hombre bautizado?
Guardar los mandamientos, es para los hombres que ha recibido el bautismo verdadero.