El que tenga ojos que lea

El amor es un sentimiento de apego que se genera hacia las personas o cosas. Yo diría que es parte de la vida, tan vital como el agua, porque morir sin haber amado es la cosa más triste del universo. Tal cual como lo decía mi estimado amigo Florentino Ariza: “Lo único que me duele morir es que no sea de amor…”

¿Se imaginan lo hermoso que sería morir de amor?
Es como si se hinchara el corazón a tal punto de reventar de la felicidad o la desdicha, pero a fin de cuentas, reventaría de amor.

Yo me enamoré el día que leí “Amor en tiempos del Cólera” de Gabriel García Márquez. Curiosamente no me gustaban las novelas de amor, pero apenas leí unas líneas quedé enganchada. Cambié los relatos de crímenes y juicios por una historia de dos adolescentes que tuvieron que esperar 53 años 7 meses y 11 días con sus noches para amarse a plenitud.

¡Quién lo diría!, la chica de las leyes hablándoles de amor. Hay mucha verdad en aquella frase que reza: “Quien no le gusta leer es porque no ha encontrado el libro indicado.” Mi amor por la lectura ya existía, pero al leer la historia que más tarde marcaría mi vida, desarrollé un gusto exquisito por las historias de amor, específicamente por los amores de juventud. Porque siento que lejos de entretenerme me enseñan a vivir.

“Amor en tiempos del cólera” me enseñó que las personas nacieron para ser amadas, y cuando decides amar a una no puedes amar a nadie más, aunque estés con otra, porque el cuerpo puede ser infiel, pero nuestro corazón jamás.

El título que hoy anima mis letras, no busca otra cosa más que invitarles a enamorarse, a vivir y por su puesto a leer. ¡Vamos a leer! Porque la vida es muy corta y muchas páginas nos esperan, y si ya leyeron “Amor en tiempos del cólera” les felicito, vuelvan a hacerlo porque no está demás enamorarse otra vez. Y si no lo han leído, no esperen, es el momento, sería egoísta de mi parte no recomendarles la joya de la que hablo.

“Contéstale que sí”. Dile que sí a la vida. No te reprimas a realizar sueños, a vivir. Aunque te arrepientas, porque es mejor fracasar que morir en el intento. Los grandes ganadores se hacen más fuerte con cada derrota. Si las cosas salen bien, ¡excelente!, pero si salen mal quedarás con un aprendizaje; después de todo, perdiendo también se gana.

¡Qué suerte tienen aquellos que han amado! Pero más bienaventurado es aquel que muere amando.

El tema del amor y las pasiones es tan amplio que seguramente no me alcanzaría un siglo de vida para escribir sobre eso, empero; bastan unas 450 páginas para relatar un sin fin de historias que de una u otra manera te identifican. La típitica historia de dos jóvenes que son separados por las clases sociales, dónde la protagonísta termina casada con un médico de la alta sociedad y el protagonísta busca en otras mujeres a su amada, por supuesto, sin encontrarla.

¿Les parece muy repetida la historia?

En principio pudiera ser igual a las demás, inclusive podría no llamarles la atención. Lo que muchos no saben es que en cada amorío de nuestro protagonísta herido, hay una enseñanza de vida. Porque eso son los amores, enseñazas que nos dejan cuando se van, ya que nada es para siempre y tenemos que estar un poco locos para saberlo y aún así quererse enamorar.

Dicen que un día el amor y la locura jugaban al escondido, el amor se escondió en un hermoso rosal. La locura fue a buscarlo y cuando lo encontró entre las rosas, sin querer, clavó las espinas en los ojos del amor. Al ver que su compañero de juego quedó ciego se ofreció a acompañarlo para siempre, es por ello que el amor es ciego y siempre va acompañado de locura.

Pero claro que hay que estar locos para enamorarse, bueno "Las mejores personas están locas". Amar con locura y desespero es una de las mejores sensaciones de la vida, la pasión es algo que envuelve a tal punto de dar la mayor felicidad o la más dura de las tristezas. EL camino es largo y hay que correr riesgos.

Nuestro amigo el tiempo está hecho para hacernos entender que cada minuto cuenta y que aunque las cosas vayan en la dirección contraria a nuestros planes, todo momento es pasajero, recuenden que el tiempo pasa y que la vida sigue.

Ya podemos asociar el amor con la locura, e inclusive, pudieramos decir que el tiempo también les acompaña. Pero yo tengo la pregunta del millón. ¿Qué es?. Siempre me pregunté que era eso de amor, ¿Cómo te enamoras de alguién?. Estuve vagando entre mis dudas hasta que unos de los amoríos de mi personaje favorito me respondió:

Muchas personas tienen sexo, pero pocas hacen el amor. Son dos cosas diferentes que al juntarse forman el conjunto más hermoso y placentero para el ser humano, es como ver el atardecer; justo al caer la noche, hay un punto del día donde se juntan el sol y la luna. Jamás existirá mejor dicha que poder estar en intimidad con el ser amado.

Algunas personas personas buscan en la cama lo que no encuentran en el corazón. Otros, tienen amor, pero no saben cultivarlo. Parece que se les olvidara que en la intimidad no puede haber límites, porque limitarse a las pasiones es asfixiar los sentimientos.

¡Sabias palabras! nada que contribuya a perptuar el amor puede ser considerado inmoral.

Después de tanto divagar entre amores, sin encontrar al verdadero, Florentino Ariza llegó a la conclusión de que cada mujer con la que estaba tomaba una parte de él, y al marchase quedaba incompleto, era como desprender un ladillo de una pared, aunque estuviera sostenida le faltaban algunas partes. Curiosamente dedujo que se podía amar a dos personas a la vez. Pero que a fin de cuentas estaba solo. Nunca entendí si su soledad se debía a su carácter o simplemente se daba cuenta que su amada no estaba en las mujeres que buscaba y por ello las dejaba.

Sin duda alguna, el corazón tiene muchos cuartos. Dónde no sólo se alojan personas, sino, sentimientos, recuerdos, vivencias y sueños...

Somos el resultado de nuestras experiencias, malas o buenas, siempre dejan algo en nostros que nos hace diferente. Nuevamente les repito que sería muy egoísta de mi parte no hablares de este libro, porque lejos de ser un entretenimiento es una filosofía que nos enseña que la vida no tiene límites y que los amores van y vienen, pero solo el verdadero permanece en nuestro corazón para siempre. Y si no me creen pregúntenle a nuestro protagonísta, quien después de probar un sin fin de amores, solo quiso quedarse con el sabor del primero y tuvo que espera más de 5 décadas para volver a sentir a flor de piel el amor de juventud.

Gracias por su atención, espero que hayan disfrutado del paseo por las letras del Gran Gabo. Si ya lo leyeron, anímense a retomar la lectura nuevamente y si no lo han leído espero que acto seguido lo hagan.

-> Amor en los tiempos del cólera <-
Recuerden que la vida es muy corta y que los ojos se hicieron para leer.

Todas las fotos son de mi autoría, tomadas desde un blackberry Z10.

Recuerden que cuando se escribe con amor todo es más bonito.
Yohana Martínez.