En un pueblo alejano de la ciudad en donde un niño se había perdido de su casa.
Llevaba varios dias caminando de un lado para otro y no encontraba a los suyos. Tenía tanta hambre y sed, pero también mucho miedo al verse solo.
De tanto caminar se encontro con una fuente de agua. Inmediatamente corrió hacia él con todas sus fuerzas estaba muerto de la sed.
Luego de un par de minutos quizo tomar más agua. Y vio en las aguas la imagen de un niño hambriento. Entonces se retiró.
-- " La fuente ya tiene dueño" pensó.
Esa noche se quedó cerca de allí, pero no se atrevía a ir de nuevo a la fuente. Si aparecía el niño que era dueño del lugar, seguramente lo atacaría por meterse con su propiedad y él no estaba en condiciones de enfrentarse a nadie. Paso un día y el sol quemando.
Ya era tanta la sed, que el ñino decidió arriesgarse. No aguantaba más, así que se acercó lentamente a la fuente y al llegar vio la imagen del niño de nuevo. Era tanta su sed, que no le importó.
Metió la cabeza para tomar el agua. En ese momento , el niño desapareció: Había estado viendo solo su reflejo.
"Así son los miedos. Desaparecen cuando los enfrentamos."
¡Espero que les guste!