Muchas experiencias que se atraviesan en la vida, pueden dejar marcas severas en cada uno de nosotros. Y la depresión es una de ellas.
Claramente atravesar por un proceso tan difícil, único y profundo como lo es esta enfermedad, no resulta grato cuando se está viviendo, sino por el contrario creemos que es un verdadero infierno.
Es importante destacar los distintos grados de esta enfermedad. Hay personas que lo transitan unos meses, otras dos años( como fue mi caso), y he conocido casos donde se vive en una depresión constante toda la vida.
A partir de este dolor tan grande, que te aleja paulatinamente de un montón de cosas como puede ser: las actividades, amigos, familia, y de la vida en general, aprendí que la aceptación de cada prueba que te coloca la vida es fundamental.
Al mismo tiempo que te alejas de lo externo, comienzas a acercarte a tu interior. En mi caso, viví momentos de gran soledad, donde no había otra opción que amigarme conmigo misma. Y esto es grandioso.
Muchas veces, colocamos nuestra vida y nuestra felicidad en otras manos; necesitamos que alguien mas nos proporcione nuestro bienestar, sin darnos cuenta de que los únicos responsables de ese estado somos nosotros.
Y es en ese momento de abandono con nosotros mismos, de mentirnos tanto tiempo, de no cuidarnos, no amarnos ni protegernos, cuando la vida sabiamente nos despoja de todo y nos hace enfrentar la mentira que creamos.
Y ahí, hay que hurgar... ¿Qué otra cosa se puede hacer?
Instintivamente todo nos traslada a ese lugar. Comienza la nostalgia, la culpa, el enojo, la incomprensión, la soledad. Todas sensaciones que parecen negativas en un primer momento, pero luego terminan siendo nuestros reales maestros.
Se aprende en la oscuridad, en la lucha que se debate en nuestro corazón. Se aprende con pruebas y desilusiones. Nadie experimenta una verdadera transformación en la alegría o en el murmullo de las calles. Esas cosas están dentro de nuestro, hablan bajito y en pausa. Son tan íntimas que acaso se podrían compartir con un amigo, pero ni eso.
Comprendí que son juegos personales.
Todo aquel que haya atravesado una experiencia tan reivindicadora como lo es ésta, me entenderá. Y él que la esté viviendo, y aún se encuentre entre tinieblas, no entendiendo nada, puedo decirle que todo pasará. Todo se irá arreglando de a poco. A medida que el tiempo pase, irás comprendiendo ciertas cosas y otras no, pero así funciona este juego llamado vida.
Te harás una persona mas fuerte, comenzarás a confiar en la vida(porque en cada lección, se esconde algo que debes aprender). Nada sucede en vano; y lo que creías terrible, luego será motivo de risa(créeme).
Es cierto que hay situaciones muy duras, pero si las estas buceando es porque lo necesitas, y estas preparado para hacerle frente. En aceptar reside el comienzo de la sanación.
¡Confía en ti!