Pesadilla después de una noche terrible

Pesadilla después de una noche terrible

Elena se despertó sudando frío a raíz sueño terrible; soñó que estaba sola en la oscuridad de la noche y observaba un camino muy brillante iluminado por la luz de la luna, pocos pasos se da vuelta y nota que se encontraba en un cementerio y de una de las tumbas se escuchaba una voz baja que cantaba: "Llévame a la cama con una canción de cuna, cántame una canción, me quedaré dormida..."

Al escuchar esa voz aterradora rápidamente despertó y se sentó al borde de la cama, se envolvió en una manta y se repitió un par de veces: "No tengo miedo, esto es solo un sueño, todo estará bien". Cerró los ojos y se arrojó nuevamente a la cama esperando quedarse dormida nuevamente pero luego una voz sonó de inmediato se sintió muy cerca como si saliese desde muy adentro de ella misma, ella no quería escuchar mas y intentaba sacarla dentro de su cuerpo pero no podía y fue cuando la voz dijo claramente: "Llévame a la cama con una canción de cuna".

Cada vez la voz era más fuertes, era un grito constante y tenebroso

¡Cántame una canción, me quedaré dormida!" ¡Cántame una canción, me quedaré dormidaaaaaaa!" Luego una visión extraña apareció delante ella, era pálido como nieve con un rostro sobrenatural, hecha jirones(no entiendo eso de jirones), poco a poco la la visión se hacía más real y era un niño pequeño de al menos diez años tenía con grandes depresiones en su rostro en el lugar de ojos en las cuales algo brillaba vagamente como si dentro como el reflejo de pequeñas gotas de agua.

Con la impresión de esa visión aterradora intentó luchar en contra de ese profundo sueño cuando finalmente logró despertar miró el despertador sobre la mesa de noche…. !Son las las 3 de la mañana!

Rapidamente iró por la ventana, era luna llena y brillaba serena esa noche. Los ecos de ese sueño seguían en mi cabeza no podía calmarme por la constante preocupación de que esta pesadilla podría volver a suceder y tomar posesión de mi nuevamente. Al pasar un rato decidió que valía la pena caminar un poco y fui a la cocina, mientras bajaba las escaleras pensaba en tomar un un vaso de agua y comer algo de pastel;.

Una vez en la cocina donde la luz ……………………………. HASTA AQUI LLEGUE, TENGO QUE SALIR luego termino …….. generalmente ardía toda la noche. Agarra unos caramelos, para calmarse un poco, toma un vaso de la mesa, vierte un poco de agua del grifo y comenzó a beber con avidez, mirando por la ventana. De repente, todos los perros en el vecindario parecían enloquecerse, comenzaron a gemir, aullar y ladrar. El silencio nocturno se convirtió en una sólida cacofonía de sonidos: entre los aullidos de los perros oímos las maldiciones de los vecinos.

De repente, todo se apagó de inmediato y, con el rabillo del ojo, Elena vio una silueta blanca de pie en el camino frente a su casa. Aunque era difícil decir que estaba de pie porque no había piernas visibles, a través de ellas se veía asfalto, y a través del cuerpo, la casa de enfrente.

Toda asustada trató de gritar:Era el niño del sueño, ella lo reconoció, aunque no escuchó su voz. Un espasmo le apretó la garganta:

"Correr" - un pensamiento salvador destelló, sus piernas se arrugaron, su cabeza era de hierro fundido, y en ella, como si golpeara una campana, se escucharon las palabras: "arrullarme con una canción de cuna" "duerme”.

Y una y otra vez, una y otra vez, estas palabras sonaban en los oídos al motivo de una melodía simple, el niño se cubrió las manos con abscesos. Elena cerró los ojos, tratando de deshacerse de la visión, cuando los abrió, descubrió que el niño estaba parado afuera de la ventana justo frente a ella. La voz en el cerebro se volvió casi suplicante, pero sintió un ataque de náuseas, tan desagradable era este fantasma.
Todo pálido, en cadáver empuja el cuerpo, las manos y los pies. Gusanos blancos y delgados lleno de telarañas se agitaron en las fosas nasales, fluyó moco de la boca, los más terribles eran... los ojos. Al mirar dentro de ellos, Elena se sintió muy sola, la desesperación se apoderó de ella, como cayó en este abismo y no pudo hacer nada consigo misma: la brillantez de las profundidades de estos agujeros negros la atraía.

"¡Detente, no!"

- Una voz se escuchó dentro de su cerebro, rápidamente sacó sus ojos del abismo. La visión desapareció. Ella todavía está enfermo. Ella se acurrucó en convulsiones. Ella estaba asustada. No quería quedarse en la cocina ni volver a la habitación. Luego, superando el dolor en sus piernas, entró en la sala de estar, se tumbó en el sofá y se quedó dormida en un sueño inquieto, y esta vez su imaginación no la llevó a los fantasmas y otras vidas

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