Es sabio reconocer cuándo es el momento adecuado para dar un paso atrás. Casi nunca es fácil de hacer, tendemos a pensar en nuestra vida y, desde luego, en la mía, como un constante movimiento hacia adelante. Esto ha significado para mí en el pasado, que no importa lo difícil que sea, tomarse un descanso no era una opción.
Esto podría sonar como una contradicción, pero por supuesto no está destinado a ser uno en lo más mínimo. Porque he intentado en varias ocasiones enfrentar un desafío, superar un proyecto o problema difícil, sin darme cuenta de que he estado perdiendo el tiempo.
Fue Albert Einstein quien definió la locura a la perfección todos esos años atrás:
"La definición de locura está haciendo lo mismo una y otra vez, pero esperando resultados diferentes".
Constantemente reviso mi camino pensando en estas sabias palabras. ¿Hay algo que deba cambiar? ¿Realmente estoy haciendo algo por mi ego, o porque realmente tiene valor? Estas son preguntas difíciles, no hay necesidad de negarlas, pero son necesarias para nuestro crecimiento personal.
Imagínese si supiera hoy que hay una mejor manera de solucionar sus problemas actuales. Imagine que ha estado luchando con un trabajo, con una relación, o simplemente con sus finanzas, pero se ha negado a analizar detenidamente lo que ha estado haciendo y lo que no ha hecho, casi hasta el punto donde pareces estar cayendo en la definición de locura.
Si ese reflejo te estuviera mirando al espejo, ¿cambiarías? ¿Lo intentarías? ¿O no está dispuesto a siquiera considerar la posibilidad de que pueda estar equivocado? Si ese es el caso, como me sucedió a mí, entonces pregunto: ¿Hasta cuándo no podrás soportarlo más?
Las preguntas se vuelven más incómodas a medida que se vuelven más poderosas. Porque sin duda, a ninguno de nosotros nos gusta aceptar que estamos equivocados y tenemos que cambiar. Duele nuestro ego, lastima nuestro sentido del amor propio. Pero, ¿es realmente cierto? ¿Aceptar un error es lo mismo que amarnos a nosotros mismos menos?
Estoy hablando de esto porque todos tienen sus altibajos, porque yo también he estado en la cima en algún momento, solo para sentir lo que significa caer después. No me refiero exclusivamente al dinero, sino a otros aspectos de la vida que son tan valiosos como importantes.
A veces tenemos que retroceder un paso, o dos, pero eso es solo porque necesitamos obtener una perspectiva para saber realmente cómo avanzar.