Fuente
.
.
.
Frente a frente, al fin. Compartiendo un café y haciendo cenizas unos cuantos cigarros, viendo los carros pasar y las gotas caer por la ventada, un poco de neblina y algo de frió nos acompañaban esa noche, esa patética y estúpida noche. No sé si lo recuerdas, tu al otro extremo de la mesa de dos en la que nos encontrábamos debatiendo el destino de nuestra relación, busque mil excusas para no irme, para no dejarte ir, para no perdernos e incluso solo buscaba razones para quedarme.
Fuente
Fueron noches eternas buscando respuestas, escribí un dialogo imaginando todas y cada una de de tus siguientes promesas y hasta las que ya habías hecho y roto al mismo tiempo. No estoy aquí para culparte de nada, quizás, la culpa fue mía. Escribí millones de versos y un poco mas de textos sin sentido.
Fuente
Movimos piezas hacia donde no debíamos, nos pusimos en peligro y jugábamos con ello, tomamos malas decisiones y nos aprovechamos, estuvimos en advertencia de la vida durante meses, poco a poco fuimos caminando en direcciones diferentes aunque la llegada debía ser la misma, siempre. Tragamos grueso cuando en realidad queríamos vomitar todas las ilusiones y ahora estamos aquí, de nuevo mirándonos a los ojos, creyendo que aun podemos recuperar algo, viendo toda la forma de nuestros parpados esperando que una de las dos diga lo mismo de siempre, y la verdad es que ya no hay nada que decir, la vida no nos jugo sucio, nosotras no supimos mover las piezas.
Texo; Andamios2_