Un laberinto

"Un laberinto" sería la descripción más apropiada para describir las líneas que dibujan mis manos, que según algunos ha fijado mi destino, el mismo en el que hoy me siento frágil, extraño y perdido.

Como si de una obra de Borges se tratase, no sé en qué lugar del tiempo me encuentro, podría ser hoy, como también podría ser en el ayer, en el primer paso que di, la primera vez que caí, el primer diente que perdí, y la primera vez que me conocí a mi mismo;

Pensar que todo podría estar conectado con ese laberinto formado en esas manos desgastadas por el tiempo; que no las siento mías, pues como podría sentir propias el móvil de una cruz no elegida por mí, controlada por un Dios en el que elegí no creer; un laberinto que me lleva a un lugar escogido antes de existir, y que libertad puede haber... si al nacer me han condenado a morir.