A mí me parece que esto es un problema mucho más complejo de lo que cualquiera de los dos bandos lo quiere hacer ver. En lo personal estoy a favor del aborto voluntario —aunque no por ello apoyo que lo deba pagar el estado—, y vivo discutiendo con personas que piensan lo contrario. Para intentar que entiendan, para conseguir comprensión. Y discutiendo con personas he llegado a la conclusión de que un gran problema en esta clase de discusiones es la satanización del bando contrario. Muchos de los que luchan por legalizar el aborto no aguantarían ni dos minutos hablando con una persona "provida", lo que no crea más que incomprensión y odio.
Tachar a la ilegalización del aborto como "machismo" es muestra de lo que expongo. Sí, no niego que parte del movimiento esté impulsado por cierto machismo, además de estar respaldado por los sectores de la sociedad más propensos al machismo. Sin embargo, la búsqueda de la ilegalización del aborto no está alimentada principalmente por la mentalidad machista del dominio sobre la mujer; la gente no busca frenar el aborto porque odien la idea de que las mujeres decidan sobre su propio cuerpo. La principal razón del disgusto por el aborto es una diferencia en nuestro concepto de "vida". Para muchas personas, el aborto es una forma de asesinato, un acto tristísimo y completamente inmoral, no porque sea la mujer quien está decidiendo, sino porque es una futura vida la que se pierde. Es muy difícil para ellos aceptar algo como el asesinato premeditado y sistemático de bebés, y con toda razón; el asesinato es una cosa horrible, y deberíamos evitarlo siempre que sea posible.
Y si me preguntas, a mí me parece que esas son razones más que aceptables. Puedo no estar de acuerdo —y, de hecho, no lo estoy— pero no por ello me va a parecer menos válido. Y no por ello voy a dejar de empatizar con unas personas que están viendo algo realmente triste siendo legalizado en su país, y a quieren además se les llama monstruos por intentar evitarlo. Lo puedo entender porque a mí también se me ha llamado monstruo por estar a favor del aborto, y sé que no es algo bonito de oír cuando sientes que estás luchando por una causa justa.
El aborto es sinceramente, al menos para mí, uno de los temas más difíciles de abordar desde el punto de vista moral, porque ambos bandos tienen los puntos muy claros y, además, están luchando por causas que en primera instancia se presumen justas. Si nos vamos a la batalla moral, se traduce en una discusión del derecho a la libertad contra el derecho a la vida. Y se torna tremendamente difícil de discutir porque ambos son derechos fundamentales, y a nadie le gustaría perder alguno. Por eso es tan importante llevarlo al punto de la lógica: es insostenible mantener el aborto siendo ilegal. Sólo ahí podremos convencer a alguien, cuando dejemos de hablar de machismos y opresiones, y entendamos aunque sea por un momento que el que se encuentra al otro lado de la discusión también está defendiendo una postura que cree moralmente correcta.