Pienso que en la vida no hay que dramatizar las cosas, pero hay que tener un poco de precaución para no tropezar en la misma.

La vida nos prepara para experiencias hermosas pero también algunas bastante duras. Debemos de alguna forma evitar esta segunda, a veces se puede y otras no, lo cierto es que no siempre hay que pensar negativamente. Por ejemplo a un jóven que no pudo con una materia de la facultad, no será el fin del mundo por desaprobarla, se intentará nuevamente ya empezando con un conocimiento mayor que le dará más chances de dar bien la misma.

Entonces se trata de convertir en lo malo en bueno, y eso se llama positividad. Rescatar algo bueno de lo malo. En el ejemplo anterior se rescata el conocimiento aprendido en esa mala cursada que posibilitará la aprobación en la próxima.

También como personas de bien necesitamos contagiar positividad para un mundo más positivo.