EL DUENDE, LA LÁMPARA Y SUS 6 DESEOS

Hace varios siglos atrás, en una época donde la magia, la fantasía y lo irreal existía, un hechicero condenó en una lámpara a un pequeño hombre tramposillo que quiso engañarlo, éste lleno de una cólera funesta maldijo al mortal por la eternidad, obligándolo a cumplir deseos a todo aquel que encontrara la lámpara; sólo sería libre si un alma de buen corazón, humilde y de sentimientos puros deseara su libertad. Tras este acto del hechicero la magia se consumó y el tramposo hombrecillo así quedó encerrado en ese traste de lámpara.

Al transcurrir el tiempo, la profecía se cumplía, personas encontraban la lámpara y al frotarla salía lo que muchos llamaban “El Duende” que cumplía deseos, Pero el mundo lleno de pobreza y los más adinerados no compartían sus riquezas. Este Duende mágico luego del hechizo seguía con sus engaños. Dependiendo de sus tres deseos debían cumplir un reto.

Una mujer de buen corazón pero con extrema pobreza, al hurgar en la basura encontró este traste de lámpara sin valor alguno por su apariencia, metió al costal y volvió a la muy humilde morada donde vivía con sus dos hijos cerca de un espeso bosque.

Esa tarde, la mujer revisa lo que encontró y allí estaba ese objeto extraño en forma de tetera vieja. Al pulir y soplar la lámpara, se expande el polvo por todo el lugar y logra percibir como de la polvareda se va formando un cuerpecito que va apareciendo ante sus ojos. El duende luego de tantos años encerrado aparece.

Exclama: tres deseo he de efectuar y por cada uno lo voy a retar.

Los jovencitos muy contentos y emocionados, se peleaban por pedir un deseo. No sabían lo que venía, la madre lo logra calmar y dice, son 3 deseos. Para ser equitativo cada uno decidirá uno.

Primer deseo
El mayor de ellos, decide ser el primero: ¡Deseo tener un gran castillo con muchas riquezas!

El Duende
Su deseo esta cumplido..! El castillo fue creado, el reto que tienes es buscarlo en algún lado.
Todos salen y el castillo no se veía en ningún lugar cercano, el chico sale corriendo de allí y va en búsqueda de su propiedad y riquezas hasta perderse de vista.

Segundo deseo
El próximo chico, trató de pensar minuciosamente pero siempre con ambición… deseó ser un genio para así poder hacer todo lo que él quisiera.

El Duende tomó una botella:
Genio serás y aquí vivirás, deseos concederás si la botella han de destapar.

Y POOF la botella desaparece de mano del malévolo duende.

La madre desconsolada reniega del duende, dice que se retire ya, que trajo fue desasosiego a su humilde familia.

El Duende trata de mediar con la afligida señora, le dice que le de libertad con ese último deseo y el trae consigo a sus hijos.

La madre lo piensa mejor y le dice, cierto ya decidí mi deseo…

Pido seas liberado para mí y solo a mi debes responder.

El pérfido Duendecillo, no sabía qué hacer y se queda pensando como la podía retar si igual seguiría siendo de ella.

Entre disputa y tartamudeo El Duende ágil le dice que no podía ser suyo. Sólo le podría conceder 3 deseos y ya no tendría que cumplir más peticiones para ella.

La madre, Ehhh…! Sí, es suficiente. Pero sin retos…

Sobre un remolino de polvo es El Duende liberado de esa lámpara. Ajusta su cuerpo como forma de descansar de ese pesado y agonizante encierro.

Deseos de la madre:

• Primero: Convertir mi humilde jacal en un palacio cómodo y con riquezas
• Segundo: Deshace los deseos de mis hijos y regrésalos conmigo.
• Tercero: Que tu magia desaparezca y no sigas ocasionando daño a nadie más.

Sus pretensiones fueron concedidas tuvo su buen lugar para vivir con sus hijos, goza de abundancia. Y el petardista enano queda libre y quedó como un alegre y generoso mortal.

Lección de la fábula:

• Si actúas mal en el camino, no te puede ir bien en tu destino
• Con buenas ambiciones crecemos y de malas decisiones pereceremos
• Nunca subestimes a los humildes, su corazón está lleno de inteligencia
• No importa lo mal que la hayas pasado, actuar de buena manera e inteligentemente serás bien recompensado.