Toma de pantalla (el archivo estaba en PDF)
El post de hoy es para invitarles a conocer My Trader Coin, una empresa que ofrece a sus afiliados una oportunidad de invertir y ganar dinero en el mercado mundial de divisas digitales.
La empresa cuenta con planes accesibles de inversión desde USD$100, y puedes ganar en un año hasta USD$180 mil CON NADA MÁS INVERTIR EN UNO O VARIOS PAQUETES. Así mismo, por cada persona que inscribas recibes una comisión de hasta el 20%.
Planes de la empresa. Collage creado con el programa Piccollage. Tomas de pantalla propias.
¡Testimonios de miles respaldan a la empresa! ¡Suscríbete ahora y empieza a PERDER TU DINERO Y A QUEDARTE COMO UN INGENUO AL INSTANTE! Sí, como lo lees, mi estimado y emocionado lector: Invierte 100 dólares, gana un dólar diario y trata de retirar del sistema tus ganancias, si es que lo logras.
Exposición del caso
Hace unos meses, prácticamente en mayo, asistí con una amiga mía y varios familiares suyos a una junta de oportunidad llevada a cabo en un conocido restaurante de la ciudad; ahí, un tal Jair Galaz, representante regional de la compañía, nos hizo una introducción rápida sobre qué es el bitcoin y nos presentó los planes de inversiones. Incluso nos comentó que en el instante en que estábamos en la junta, el CEO, un tal Andrés Feitosa, y algunos abogados estaban en Cancún registrándose ante Hacienda, esto es para poder operar legalmente en nuestro país. Incluso nos contó que tenían su canal de Youtube, su Instagram y su Twitter.
Con cierto orgullo (de engañarnos) nos endulzaba el oído, diciendo que nuestro dinero estaría seguro con ellos, de que las ganancias nos permitirían vivir una vida cómoda. Incluso nos mostró la supuesta tarjeta Xapo, con la cual él pagaba lo que consumía a donde fuera, e incluso una de los asistentes, que estaba muy involucrada en el proceso, nos comentó que él estaba a punto de irse a Dubai con todos los gastos pagados.
Quizás fueron esas “evidencias” que varios de los que asistieron a la junta, incluyendo mi amiga y sus familiares, se inscribieron en el sistema. Yo no me había inscrito, ya que estaba de oyente y tenía que discutir la situación con la familia.
Pasaron dos, tres meses; en ese lapso de tiempo mi amiga y sus familiares vieron ganancias, mismas que retiraron bajo el concepto de trueque, es decir, enviar a alguien que está por encima de la red las criptomonedas a su dirección BTC y éste entregaba su equivalente en efectivo.
Una nueva junta de oportunidad se llevó a cabo para julio, llevada a cabo esta vez en un hotel del Centro Histórico. Ahí, el tal Jair Galaz nos proveyó la misma información, salvo con la variante de que cambiaron el nombre (antes era “My Trading Coin”) y la modalidad de inscripción, la cual consistía en trabajar la red.
Y yo, como en la primera junta, levanté mi mano y expliqué qué era el bitcoin, esto es ante la primera pregunta que el caballero mencionado había hecho. Y yo, como en la primera junta, noté que el hombre realmente NO SABÍA NADA sobre el bitcoin, nada excepto la misma frase que ha estado repitiendo una y otra vez en todas las juntas que había hecho con gente de Quintana Roo, Campeche, San Luis Potosí y otros más. Es más, no sabía ni siquiera que existían las variantes del bitcoin, y eso, mi estimado lector, me dejó en ascuas.
Sin embargo, la verdadera prueba de fuego apareció cuando la mamá de mi amiga trató de retirar directamente del sistema los USD$200 reglamentarios usando la dirección de la cuenta Bitso, wallet mexicana en la que mi amiga (y yo, su servidora) estamos inscritas.
Y hasta ahora, la confirmación de que llegaron los bitcoin a esa wallet es nula aún cuando a mi amiga y a sus familiares, así como a otros, les informaron que tardarían dos semanas en que el sistema le confirmara a Bitso el envío.
Envío que no fue tal.
Por si esto no fuera poco, uno de los socios que se había inscrito se salió del grupo de chat que habían formado por Whatsapp, ya que una conocida suya que trabajaba en la Bolsa de Valores le había dicho que la empresa no estaba cotizada, por lo que estaban ante un posible fraude.
Una advertencia que era más bien una confirmación de a dónde muchos habían caído.
Ahora bien, varios usuarios, incluyendo mi amiga, empezaron a amagar en preguntas al tal Jair; éste les respondía con evasivas.
Ejemplo de una evasiva. Tomas de pantalla. Cortesía de mi amiga A.
Muchos usuarios, molestos, trataron varios medios para recuperar su dinero sin éxito. Mi amiga, por su parte, empezó a insistir en que respondieran sus preguntas respecto al capital invertido; no faltaba quien se pusiera a defenderle o, peor aún, a que aún confiara ciegamente en que el estafador principal devolviera el dinero.
Tomas de pantalla. Cortesía de mi amiga Anónima.
Éste de inmediato la eliminó del grupo de Whatsapp; mi amiga, aún así, fue a confrontarlo directamente vía mensajería privada. En las siguientes imágenes podrán ustedes notar el descaro con que el hombre defendía su mal haber:
Tomas de pantalla. Cortesía de mi amiga A.
Aquello indignó a mi amiga, y de paso a mí aunque ni mi familia ni yo teníamos dinero invertido en ello.
Ahora bien, si alguien alguna vez te aborda un tema así y te presume de que está ganando un montón de dinero gracias a una empresa de nombre equis, no aceptes la invitación y, aunque te urja, no metas tu dinero en esas “empresas”. De ser dable, muéstrale a esa persona este u otro post, hazle ver o convéncele de que junte a la gente que pueda para denunciar a la persona que dice ser la “representante legal”.
NO REPITAS LA MISMA HISTORIA COTIDIANA DE MILES DE PERSONAS CUYOS SUEÑOS FUERON HECHOS PEDAZOS POR VIVALES .
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Muchas gracias por compartir esta información con la comunidad. Desgraciadamente hay gente que se aprovecha de las criptomonedas para timar a la gente y sacarles lo más que puedan en base a emociones y promesas tontas.
tengan cuidado, siempre hay que ser curiosos!
Lamento lo de tu amiga y ojalá que nadie más caiga en esto.
Saludos!