Un sueño loco

En una noche oscura y brumosa, Fernando se encontraba manejando a través de una carretera serpenteante. Las tinieblas envolvían el camino como un manto espeso, haciendo que cada metro recorrido pareciera un salto hacia lo desconocido. Los faros de su coche apenas lograban penetrar la densa niebla, creando un ambiente irreal y misterioso.

Mientras conducía, Fernando sentía una mezcla de emoción y temor. Había algo en esa madrugada que lo hacía sentir vivo, como si estuviera en el borde de un descubrimiento épico. Los árboles a ambos lados de la carretera se alzaban como sombras fantasmales, y el viento susurraba historias olvidadas al pasar entre las ramas.

De repente, la carretera se abrió a un claro iluminado por una luz etérea. En medio del claro, había un antiguo reloj de pie, cuyos engranajes se movían lentamente, marcando el tiempo de manera casi hipnótica. Fernando detuvo el coche y se acercó al reloj, sintiendo una atracción inexplicable.

Cuando tocó el reloj, una ola de recuerdos y visiones inundó su mente. Vio a sus seres queridos, amigos y momentos cruciales de su vida, todo entrelazado en un tapiz de colores y emociones. Era como si el reloj estuviera mostrándole una película de su vida, pero con detalles que nunca había notado antes.

De repente, el reloj emitió un suave tic-tac, y las tinieblas comenzaron a disiparse. Fernando se encontró de vuelta en su coche, en la carretera, pero ahora la niebla había desaparecido. La mañana comenzaba a romper con los primeros rayos de sol, iluminando el camino por delante.

Con una sensación de renovación y claridad, Fernando siguió conduciendo, sabiendo que, aunque la carretera podía ser incierta y brumosa, siempre habría una luz que lo guiaría a través de las tinieblas.

Foto(s) tomada(s) con mi smartphone Samsung Galaxy S22 Ultra.