Sentir que tu mano me ha tocado, me llena de alegrías.
Somos un choque de estrellas.
Juntos somos la marea que golpea con fuerza nuestras olas.
Un canto de ángeles en éxtasis, en perfecta sincronía.
Una dulce intervención y una exquisita agonía.
¿Seguirás amándome? ¿Te quedarás acaso?
Cuando las estrellas sean polvo cósmico.
Cuando el tacto resulte tóxico.
¿Cuando los ángeles desentonen?
Y la hermosa melodía.
Se convierta en un Réquiem.
De tu alma junto a la mía.
Cuando se nos agoten las dichas.
Y ya no encontremos tesoros.
¿Me amarías de la misma manera?
¿Te quedarás de todos modos?
Vivir abrazados. ¡Un perfecto milagro!
Mantiene mi alma nutrida.
Todo resulta hermoso, lleno de color.
Esplendoroso y en pleno fulgor.
Perdido en el encanto de los ojos de una damisela.
Que transforma un cruel invierno en perfecta primavera.
¿Cuándo nuestros brazos no basten y nada pueda ser recuperado?
Para nuestras almas envejecidas sin pudor.
Tal vez el color se diluya a ritmo lento.
Cuando no recuerdes nada salvo que te infringí dolor.
Cuando se pierda la dulzura y se amarguen los momentos.
¿Te quedarías conmigo al ver que el tiempo
Ha hecho de nosotros una Quimera?
Llena de resentimientos.
Para al final del día.
Cuando llegue el ocaso.
¿Seguirás amándome?
¿Te quedarás acaso?
Y mi cuerpo se colmará de cicatrices.
Mis ideas se volverán confusas.
Y mi alma vivirá amarguras.
Cambiaré de raíces y mudaré la piel a otro ser.
Y me dejarás de ver como lo hiciste ayer.
Seremos dos amigos desconociéndonos del todo.
Seremos dos desconocidos reconociéndonos a los ojos.
¿Seguirás amándome? ¿Te quedarás acaso?
Podrías seguir bailando nuestra melodía en un bucle eterno.
De nuestro primer encuentro.
Así no haya ángeles.
Así solo nos quede el infierno.
¿Seguirías por mi?
Cuando el día se acabe.
Todo será oscuro y frío.
¿Me tomarías de la mano
Sabiendo que caminamos hacia el vacío?
Y ya no encontremos tesoros.
¿Me amarías de la misma manera?
¿Te quedarás de todos modos?
Cuando llegue el ocaso.
¿Seguirás amándome?
¿Te quedarás acaso?