Me encanta la reflexión e imágenes. Espectacular. Muchas gracias por tu publicación.
A veces yo me siento elefante, por lo lento que -a mi parecer-, hago casi todo. Pero en mi mente a veces como una gacela, con miedos y ansiedades. Cuando ya no puedo más, me vuelvo león y con mucha fuerza salgo a por mi objetivo. Pero siempre en la mente. Porque por fuera sigo elefante, a mi propio ritmo, sin apuros.
Muchas gracias por tu compartir tu experiencia
Yo particularmente no me identifico ni con el más veloz ni con el más grande; en el evangelio de Mateo 10:16, hace mención de dos criaturas animales en particular, y cada cual tiene una peculiaridad, las que se deben tener presente según las circunstancias del entorno como también menciona el evangelio en el versículo citado porque hay “ lobos” (simbólicos por supuesto).Las referidas actitudes bien aplicadas (cautela e inocencia) nos preservarían de muchas calamidades en este mundo selvático. Aunado dicho proceder, por demás decirlo, al conocimiento de la autoridad más importante del universo.
Es muy curioso y un tanto cómico, como Jesús dice que siendo enviados como ovejas nos comportemos con la prudencia de una serpiente -siendo que este es un depredador-, pero con la sencillez de una paloma.
Cuando se trata de comparaciones de perfecto equilibrio ya sabemos a quién buscar. :)
Gracias por la cita.🙏
Me hiciste recordar la de Isaías 40:31. Me gusta mucho recordar cómo al esperar en Jehová, pese a la fatiga, o desfallecimiento, aunque caigamos, nos da fuerza como águilas para levantarnos y alzar vuelo.
Es muy vigorizante.
Saludos. 💙
Así es voporizada, hay un sinfín de textos bíblicos que nos dan evidencia de ese legítimo poder al que debemos recurrir, y no falla,es el que sostiene el universo. Creo que andamos en el mismo camino.