¡Hola! Hoy vengo a hablar sobre uno de mis tesoros más preciados y que también forma parte de uno de mis hobbies.
¿Conocen la Catedral de San Basilio? Ese monumento que, si no te lo dicen, no te enteras de que es una edificación religiosa y hasta pensarás que -guardando las distancias y con todo el respeto que merece- es una atracción de Disney World. Pues en realidad, por más moderna que parezca, tiene 456 años de antigüedad y fue Iván "El Terrible", el primero y uno de los más resaltantes zares de Rusia, el que ordenó su construcción entre los años 1555 y 1561. Se encuentra en La Plaza Roja de Moscú, Rusia. Ha sobrevivido a múltiples incendios, saqueos e intentos de derrumbe, incluso se dice que las tropas de Napoleón la usaron de establo, pero allí está: actualmente es patrimonio de la humanidad y un importante atractivo turístico para la ciudad. No sin antes, por supuesto, haber sido sometida a remodelación cuatro veces. Ya entramos en época del mundial de fútbol que tendrá lugar allá en Rusia, así que la van a ver bastante.
Su nombre original es catedral de la Intercesión de la Virgen junto al foso pero aproximadamente a partir de 1588 empezó a llamarse por el nombre que se le da actualmente (...y gracias a Dios) por orden de Teodoro I de Rusia a que se le agregara una nueva capilla sobre la tumba del santo San Basilio, cuyos restos descansan en la edificación. Lo que más llama la atención de ella son las coloridas cúpulas que forman su fachada, y que eran desde aquél entonces muy inusuales para lo que se acostumbraba en la arquitectura religiosa. El diplomático francés Marquis de Custine la describió como "la combinación de las escamas de un pez dorado, la piel esmaltada de una serpiente, las cambiantes tonalidades de color de una lagartija y el brillante rosado y azul del cuello de una paloma".
Dato: Existe una leyenda de que Iván "El Terrible" quedó tan maravillado con el resultado que ordenó cegar a su arquitecto jefe Póstnik Yákovlev para que jamás pudiera crear algo más bello que esta catedral. Esto ha quedado desmentido, ya que existe evidencia de que el señor Yákovlev dejó otras construcciones de su autoría. Pero como la reputación del zar lo precede, no era de extrañarse que se crearan rumores así a su nombre.
Pues bien. Por más que quisiera que esto fuera un post con fotos de una visita a la catedral, no es así. Se trata de que hace algunos años me encontré con esta línea de puzzles llamada CubicFun Toys que reúne las más grandes maravillas arquitectónicas del mundo y crea puzzles tridimensionales a pequeña escala. Definitivamente otro nivel de jugar a armar rompecabezas.
Esta en particular consta de 214 piezas. Las hay desde 30 piezas a más de 300. Contiene 11 láminas con las partes para despegar y ensamblar con sus respectivas instrucciones. He aquí algunas de las fotos de cómo fue el proceso.
Más que un pasatiempo, encontré una terapia:
A pesar de mi indiferencia hacia los rompecabezas o puzzles y de que cuando lo compré fue más que por admiración a la catedral y su historia, fue muy gratificante descubrir que existe entretenimiento fuera del internet y redes sociales. Está comprobado, y esta vez lo comprobé para mí misma, que armar puzzles tiene numerosos beneficios. Que no es solo un juego de niños sino que también, al igual que el ajedrez, desarrolla la capacidad para resolver problemas, ejercita la memoria visual, representa un gran desafío que si se supera genera gran satisfacción y ayuda a la autoestima, ayuda a desarrollar la motilidad fina y muy importante... Ayuda a controlar el estrés. Sí. Fue la maravilla más grande que encontré en este pasatiempo. Por más contradictorio que parezca y aunque armar un puzzle represente un desafío al que hay que ponerle dedicación, tiempo y lógica, ayuda a trabajar la capacidad de espera ante una dificultad.
A Iván IV le tomó siete años levantar por primera vez la catedral y a mí unas cinco horas con pausas para tomar agua y comer.
Si les gusta la arquitectura y la historia y tienen la oportunidad de adquirir uno de estos van a quedar encantados. A parte de ser un bonito elemento decorativo para la sala o cuarto, con su música de fondo preferida la van a pasar tan bien que lo van a querer desarmar para armarlo de nuevo.
Hace falta paciencia para esto, jajaja, buen post.
Paciencia y nada más es la clave. Jajaja. Muchas gracias!