Hola mi querido lector, jamás pensé que estaría presentando una obra de mi autoría con la ferviente narración que leerás a continuación; donde todos tus sentidos tendrán una razón para comenzar a fallar y tu memoria comenzara a almacenar una información bastante sádica y digna de un par de cachetadas por parte de tu alma gemela… Ahora bien, después de algunas líneas recorridas, pienso que ya es hora que comience a disparar un poco de verborrea, en fin… por eso estas acá.
En alguna parte del mundo me encontraba caminando por un pequeño muelle, donde las olas del mar golpeaban con cierto furor la orilla de aquella playa… Cuando estoy cebando una rica bebida, dos pequeños pájaros se acercan a mi aposento y comienzan aletear como si algo le hubiese espantado, observo el cielo y me fijo que está más gris que los ojos de un pequeño buitre hambriento; ignorando todo aquello, comienzo a fumar un buen habano y afilar algunas armas blancas que tenía en la vivienda. Cuando estoy terminando de afilar uno de mis cuchillos, me fijo que está roto en su punta y manchado con un poco de color rojo; comienzo a recordar todas las batallas en la que me ha acompañado mi amigo afilado y me doy cuenta que su herida es de la última pelea que tuvo con una de sus víctimas… Cuando comienzo a profundizar en la historia de aquel cuchillo, miro alrededor y pude ver como aún las paredes de aquella casa estaban teñidas de rojo.
De repente tocan a mi puerta unos turistas, estos comienzan a entablar una conversación bastante fuera de lugar y me fijo que solo andaban por allí jugando alguna broma, a todo aquel pueblerino que lo aceptara… Lástima que yo no era el más indicado para jugarle una broma; les pregunto enseguida si ¿quisieran ver mi colección de armas blancas? Y estos aceptaron ver mi barbarie… Cuando aquellas pequeñas cosas afiladas comenzaron a desfilar por toda la mesa, pude mirar como el terror comenzaba a tomar la mente de esos turistas bromistas; quizás no podían creer todo la historia, que amigablemente mis armas les contaban. En ese momento comienzo a pensar que ya era hora de hacer mi mejor acto humanidad y es allí cuando los invito a pasar al museo privado de mi querida familia afilada.
Pobres turistas inocentes, no se imaginaban que un día vagando por la playa se encontrarían con el santuario de valconiano; donde les mostraría sus mejores obras de arte, ya que todo lo que hago es expresar mi carisma con sangre, sudor y escritura. Turistas… turistas… turistas… si solo supieran que todas mis obras son basadas en personas como ellos, que todo lo que hoy puedo mostrarles, en algún instante de tiempo tuvo vida y llego a respirar como ellos hoy lo hacen… solo que tuvieron un pequeño encuentro con mis queridos cuchillos homicidas. Ja ja ja hoy me rió de aquellos ingenuos que tocaron a mi puerta, creyendo que podían jugar con el viejo valconiano, sin saber que ya la obstinación había consumido cada neurona que nadaba en mi cerebro.
¿Y Qué creen que les paso aquellos nuevos turistas que tocaron a mi puerta? Pues no podía dejar de lado mis orígenes; viendo sus caras impresionadas por tanta arte acumulada en aquel museo, los conduzco hasta mi habitación privada y cierro la puerta muy bien…
@valconiano
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Muy buena parte de literatura en la que me pude entretener con mucho suspenso y expectativa @valconiano espero seguirte leyendo muy pronto. Saludos