La vida.

La vida te rompera por completo, de diversas maneras, de formas inimaginables, podría darlo por hecho, aunque no existe una razón, mucho menos una explicación, pero sucede -siempre sucede-. Ojalá la vida fuese justa, pero no lo es, podría dar por hecho que la prueba de injusticia se encuentra en vivir, en aceptar los golpes y salir adelante; en quedarte con lo que suma y olvidar lo que te resta, en caerte y levantarte más fuerte y aprendiendo la lección.  Vivir se trata de habitar en un laberinto lleno de pruebas, donde debes superarlas todas y aprender de ellas, porque al parecer, si de una prueba no te llevas una enseñanza, la vida se encargará de repetir ese amargo capítulo las vaces que sean necesarias, -hasta que por fin aprendas-. Y cuando creas que no puede pasar algo más, algo sucederá -para bien o para mal- y sí, tendrás que volver a levantar la cabeza, tendrás que volver a levantarte y construir un nuevo camino, tendrás que volver a pasar por lo más difícil -volver a confiar-. De eso se trata vivir, de tropezar, de empezar, de caerse, de levantarse, de ilusionarse, de desilusionarse, de nuevos retos y nuevos comienzos, de un constante aprendizaje, Por qué? Porque si no existiesen los nuevos retos y los malos ratos, los sueños, el amor no nos llevaríamos ninguna enseñanza de vida. El miedo pasa y la vida también si no la aprovechas,  por eso vive sin miedo al mañana, todo pasa y el sol siempre vuelve a salir..