Aún no sé si vivimos,
si somos reales,
o tan solo huéspedes de algún alma,
una ajena y lejana.
Tal vez solo seamos irreales para nosotros mismos,
extraños e incesantes
en busca de felicidad
-o simplemente tratando de alejándose de la sombra-
¿Y si en la sombra está la felicidad?
Quizás hemos pasado la vida huyendo
de lo extraordinario y emocionante
que puede ser darle luz a la oscuridad.
Ser una estrella en medio de la nada,
convertirse en el arte de un inmenso museo.
Y en los ojos de quienes admiran, empezar a vivir.
Pero no nos conformamos con intentar,
tiene que estar todo sentado sobre piedras,
estático, pero es la seguridad que nos enseñaron y
es donde estamos.
Aunque es difícil saberlo,
tal vez solo somos seres devastados por fracturas internas,
incapaces de sostenernos,
de abandonar la sumisión y conocernos.
Tal vez sólo estamos asustados,
por el acecho de lo inusual
o la normalidad de lo cotidiano,
aunque sea el caos envolviendo lo que sea que seamos.
Tal vez solo somos absurdamente ajenos a nosotros mismos,
parece irracional ,pero
es la más cuidadosa verdad
y es real.
Aunque lo niegues o lo aceptes te desconoces,
No es el pasado, ni un recuerdo, es el abismo
y es ahora.