Miradas

Como fuego recalcitrante mi alma se enciende
cada vez que por casualidad tu mirada me halla
y la mía que ya estaba fija se esconde ante
aquella carga magnética que solo dos miradas
en busqueda de amor pueden tener.

Chocan y se detienen
pero ambos siguen, como si al rozarse
no se hubiera detenido un mundo que no es suyo
que es prestado, que no les pertenece.

La pureza de los corazones saben a donde pertenecen
y no es a una tierra, ni mucho menos a un pequeño lugar,
sino a la inmensidad del hogar que albergan las
mentes solitarias en su alma cálida.
...

Busca aquel que amas, cuando sientas que lo amas.
No se trata del temprano o tarde o el tiempo que pasa,
sino a la necesidad de pagar la cuota de
cariño que te falta.

Cuando no sepas que hacer, no pienses en ello,
solo busca entre tu mente aquella mirada y si
no es suficiente busca a quien en ti la ha dejado.