Un llamado de atención al alumnado, debió hacer el profesor, para calmar el bullicioso ambiente, propiciado por los alumnos del quinto año.
El bullicio tenía origen en la noticia que el profesor cinco minutos antes había comunicado: “todos ustedes aprobaron el examen” por lo tanto ya pertenecen a: estudiantes universitarios ¡Los felicito!
Los acostumbrados: abrazos, besos, incluso lágrimas de alegría, frases de agradecimiento para el profesor, no se hicieron esperar.
Pero a escasos cientos de metros del lugar. En otro instituto estudiantil el ambiente era todo lo opuesto. Los abrazos y las lágrimas eran de tristeza, rabia, desesperación y una profesora, acusada por los estudiantes de ser la culpable del nefasto resultado.
El 40% de aplazados eran cifras preocupantes. Con toda seguridad vendrían juntas de profesores, padres y representantes, que se encargarían de dar revisión a todo lo sucedido.
Mientras tanto la profesora era victima de cierto bandalaje por parte de sus alumnos. Estos en plan de venganza la tomaron con su vehículo: rayones en la pintura, cauchos pinchados, un faro roto.
Profesora ¿…? Persona no grata, decía una de las consignas, garabateadas en las paredes del instituto.
El veredicto de la revisión de los exámenes, dio como resultado una reducción al 5% de los aplazados. Pero los alumnos en una conferencia estudiantil no lo aceptaron y amenazaron con una huelga general. Otros liceos dijeron presente en apoyo a la huelga.
Como una solución al problema: Se repetirá la prueba ante un jurado extraño al liceo: dijo el Director.
El director convocó para un diálogo donde asistirían: alumnos profesores incluyendo a la profesora afectada, los padres y representantes.
Estos últimos se comprometieron en pagar la reparación de los daños causados por los alumnos al vehículo de la profesora.
Una semana más tarde el carro se encontraba en perfectas condiciones.
Por su parte, la profesora prometió ser más condescendiente con los alumnos y dejar de ser tan estricta con ellos.
Un nuevo año escolar comenzó, y aquel liceo presentaba un ambiente distinto, la camaradería “alumnos profesores” era digna de las mejores calificaciones.
La inteligente intervención de los directores puso punto final al conflicto, sirviendo de ejemplo a otros centros estudiantiles, que se encontraban bajo los mismos conflictos.
Una vez más quedó de manifiesto, que en el dialogo respetuoso e inteligente, donde el entendimiento está presente, se logran resultados convenientes para los bandos en conflicto.
Tomás A Flores
Una excelente estrategia la del director, para ello es él, quien lleva la batuta y está en frente, siempre el diálogo puede ser la herramienta para resolver los conflictos
Bienvenido Profe. dialogo y voto, esa será nuestra consigna