La chica trató de escuchar atentamente, más allá de los ruidos que hacía la brusca locomotora al moverse a máxima velocidad, mientras todo se hallaba completamente a oscuras. Sólo la luz de la luna iluminaba entre las sombras y la enorme nube de vapor que expedía al respirar.
Ella se hallaba cada vez más tensa, el frío era mucho peor dentro que en el exterior; algo inaudito para ella teniendo en cuenta los años que llevaba soportando las temperaturas invernales con facilidad.
Luchando contra el pavoroso miedo que la arropaba, apuntaba su arma con firmeza hacia el interior del tren, estando ella cerca de la puerta trasera del mismo. Habiendo pasado dos vagones, no podía creer que se hallaba ante nada menos que pedazos de piel humana adheridos a los asientos junto con el hielo, y manchas de sangre por toda la habitación.
Un hombre sin piel en la espalda ni los brazos se hallaba boca abajo a la entrada del siguiente vagón. Y varios ruidos se escuchaban dos habitaciones adelante. Ella decidió caminar en aquella dirección.
Tratando de mantener el equilibrio debido a lo rápido que se movía el tren, pasó por encima del cadaver de aquel hombre y avanzó hasta la siguiente habitación.
En el momento en que la luz de la luna develó lo que había allí y en las siguientes habitaciones, su corazón y sus piernas se detuvieron completamente. "¡Ah!" exclamó con voz alta, mientras daba una breve mirada hacia atrás debido a la repentina pero incumplible necesidad de retroceder.
Ante ella se hallaban decenas de personas; mujeres, hombres, jóvenes y adultos... todos en la misma posición que aquel hombre muerto, todas con el pecho en el suelo, sin piel en su espalda y adheridas al suelo con una gruesa capa de hielo, todas parecían arrastrarse en dirección al centro del tren.
"No tiene sentido... no tiene ningún sentido... es como si... como si todos hubieran entrado en un congelador... o como si todo el tren hubiera entrado en un congelador y el hielo seco hubiera cubierto todo el lugar..." dijo. Entonces, luego de una pausa, pensó: "¿Acaso seré capaz de tocar alguna superficie sin adherirme también?".
Mirando nuevamente hacia el frente, se propuso divisar qué era lo que aquellas personas estaban tan desesperadas de alcanzar. Con el corazón latiendo rápidamente y sintiendo que había algo cerca de ella, trataba de mantener la calma mientras, paso largo a paso largo, se movía entre cada uno de los cadáveres.
Parecía haber mucha gente obesa entre las víctimas. Además de no haber ningún niño; Sólo jóvenes de alrededor de 20 y 19 años.
Al acercarse al vagón del medio, pudo divisar una luz distinta; una luz blanca con destellos de naranja, diferente de la tenue luz azulada de la luna que cubría todo de colores oscuros. Parecía provenir de un enorme objeto cuadrado, y, debido a que la luz estaba dividida en líneas, era presumible que se trataba de algo parecido auna gran caldera. Sin embargo, no podía ser la caldera del tren, pues esta no podía estar en el medio de un vagón de pasajeros.
La chica decidió caminar con más rapidez, de modo que pudo ir observando cada vez más cerca el objeto, y, en efecto, parecía una caldera en ese sitio tan inaudito. Ella caminó hasta llegar a estar en gran cercanía. Sin embargo, a medida que caminaba, más y más cadáveres se hallaban apilados; unos encima de otros.
Al llegar al vagón donde se hallaba la caldera, el camino estaba completamente bloqueado por la cantidad de cuerpos que se hallaban allí.
Con nauseas, aquella muchacha estaba más que decidida a seguir con lo que había empezado hasta el final, de modo que empezó a caminar por encima de los cuerpos, con las piernas y los brazos extendidos para mantener el equilibrio. Un paso grande tras otro, llegó hasta la pequeña puerta de rejillas que iluminó su camino.
Podía sentir el calor proveniente de allí, por lo que se le hizo evidente que no se adheriría si tocaba la pequeña cerradura de la puerta. Para su sorpresa, estaba abierta.
Al abrirla, algo inimaginable estaba allí dentro.
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Nada menos que un chico allí acostado. Muchísimo más joven que el resto. Completamente íntegro. De hecho, daba el aspecto de estar vivo. Con pantalones negros, sweater manga larga blanco y franela negra por encima, además de cabello oscuro largo, y oídos cubiertos por grandes audífonos, el chico daba la impresión de ser alguna clase de 'punk', según los locales.
Aún más sorprendente era el hecho de que, no sólo no había fuego dentro de la caldera que la iluminara de esa forma, sino que además, al introducir su mano, el calor era perfecto. No quemaba, ni maltrataba, era justo el que se sentiría en un buen día de verano.
Ella entonces , por instinto, acercó su mano al cuello del chico y le tomó el pulso. "No lo puedo creer... no es posible..." dijo ella, sintiendo la sangre del muchacho fluir al ritmo de los latidos de su corazón. "¡Está vivo!" Dijo.
Para su sorpresa, el muchacho empezó a abrir los ojos al ella decir aquello. "¡Ah!" exclamó ella, mientras retrocedía un poco.
El chico, lentamente se incorporó se sentó. Al mirar a su alrededor y notar que estaba en un espacio pequeño, giró la mirada hacia el exterior y se encontró con la mirada de la muchacha. Su expresión cambió a una de temor e instintivamente trató de moverse hacia atrás.
La chica, al ver esto, le dijo: "¡No te preocupes! ¡Soy policía!", mientras sacaba de su pantalón una placa de policía con su foto y se la entregaba al muchacho. Él, con confusión y lentitud, extendió la mano y la tomó. Al examinarla, dijo: "No... no puedes ser policía con esa edad... ¿sabes?".
"Sí, sí puedo... y necesito saber qué fué lo que sucedió aquí... no tengo tiempo para explicaciones." respondió ella con apremio. El chico, después de una pausa con la mirada baja y pensativa, la miró y le dijo: "Pues... la verdad no sé mucho. Todo lo que recuerdo es que estaba con mis amigos en el tren... habían un montón de hombres raros y mucha gente que nos veía con malos ojos... luego de eso empezó a hacer mucho calor... un calor insoportable... era algo tan extremo... sentíamos que moriríamos... todos se empezaron a desesperar y a quitarse la ropa".
"¿A quitarse la ropa?... ¿Y el chofer? ¿No hizo nada?" preguntó la chica. "Dijeron que no estaba... que había desaparecido... y cuando intentaron detener el tren... nada se movía... era imposible..." respondió el chico, con la mirada perdida, parecía estar sufriendo con sólo pensar."Esa gente... un montón de escoria humana... estos chicos escojieron el horario ocupado del tren por la 'mafia' del estado... ¿eran turistas o algo?" pensó ella. "¿Me podrías decir qué más pasó?" preguntó ella, gentilmente.
El chico, después de unos momentos, continuó: "Cuando todos empezaron a entrar en pánico... escuchamos una voz que nos dijo...". En ese momento, una voz cuya procedencia era imposible de distinguir, una vos grave que hacía eco por todo derredor dijo: "El tren no va a detenerse; pronto morirán".
Al escuchar aquello, la chica levantó la voz asustada y el chico se cubrió los oídos con sus manos, cerrando los ojos y presionando los dientes; con dolor dijo: "Esa es... esa es la voz... es exactamente eso lo que dijo...".
"El calor se irá... con un sacrificio; un humano" dijo la oscura voz. "¡Ah!.... no... no quiero esto... no... se supone que todo iba a salir bien..." dijo el chico. La chica, en su terror y perturbación, pudo llegar a entender un poco mejor la situación. "Cuando llegamos a este vagón... estaba vacío y sólo estaba esta... cosa... que no la habíamos visto cuando llegamos. Sólo... apareció" dijo él.
"El... 'sacrificio'... fuiste tú... ¿No?" dijo ella. Antes de que el chico pudiera responder, la voz dijo: "Pronto serán recompensados con un ajuste de temperatura... siéntense y relájense". "¡Auxilio! ¡Auxilio!" empezó a gritar el chico, moviéndose agitadamente con las manos sobre sus oídos y las piernas junto a su pecho.
Ella lo tomó de los hombros con fuerza y le dijo: "¡Tranquilo! ¡Escúchame!... Mírame a los ojos, estás aquí, estás bien. Regresa al momento conmigo."
Con eso, el muchacho se detuvo, mirando hacia abajo. Entonces, lentamente retornó la mirada hacia ella. "¿Cómo sobreviviste aquí tanto tiempo... sin comida ni agua?... ¿Sabes cuánto tiempo lleva este tren perdido?" preguntó. "Ah... no tengo idea de nada..." respondió él. "¿Por qué lo hiciste?" preguntó ella. "¿Por qué hice qué... ofrecerme?" dijo él. "Sí" dijo ella.
"Porque... no soy una buena persona... y no puedo ser felíz... lo único que me hacía felíz era pensar en que los demás fueran felices... así que me daba igual lo que pasara conmigo" respondió él. Ella se quedó sin palabras por unos minutos, mirándolo pasmada, tratando de decir algo sin hallar las palabras. Su mirada era tan tranquila al decir aquellas palabras, que era completamente inaudito para ella.
"Y... ¿Tus amigos...? ¿No trataron de impedirtelo?" preguntó ella. "Dijeron que se sentirían felices al pensar en mí cada vez que entraran en este tren y supieran que lo estaba protegiendo" respondió él. "Pero que..." dijo ella, anonadada de lo que oía.
Entonces, repentinamente, escucharon a alguien cerca de ellos moverse rápido. Ella giró la mirada y vió a un hombre desnudo, delgado, cubierto de pedazos de piel humana cocidos para cubrirlo, con un tubo lleno de sangre en sus manos. Ella rápidamente apuntó el arma hacia él y disparó.
El hombre cayó al suelo y empezó a retorcerse de manera violenta. Sin poder moverse de ese sitio pues había quedado adherido al suelo.
Con eso, ella pudo ver que su boca estaba empapada de sangre, pero no estaba rota. "No puedo creer que... será... un... ¿canibal?" pensó ella.
Interrumpiendo los quejidos de terror del chico y los pensamientos de la chica, la horrible voz empezó a hablar de nuevo: "Es hora de empezar".
Entonces, para la sorpresa de ambos, todo se empezó a ver borroso hasta que perdieron la consciencia.
Después de lo que pareció una eternidad, la chica comenzó a abrir los ojos. Lo primero que vió fue al chico inconsciente frente suyo. Lo siguiente que percibió fue la luz del día, y las paredes limpias y el sonido fluido del tren. Ella rápidamente recordó lo que había pasado y se incorporó bruscamente, mirando a su alrededor.
Se hallaban en el tren. Sin embargo, éste estaba completamente limpio y vacío, e iba a una velocidad moderada. A lo lejos, podía ver al chofer conduciendo tranquilamente. Ella rápidamente desvió la mirada, y no se atrevía a moverse de allí, el terror la tenía abrumada.
El chico empezó a despertar e incorporarse también. Al sentarse, giró la mirada hacia ella y con una leve expresión de sorpresa pudo expresar que la recordaba, pero se hallaba aún confundido.
Entonces, para la sorpresa de ambos, el tren empezó a detenerse; estaban en la estación del pueblo de donde ella venía.
El tren se detuvo y las puertas laterales de ese vagón estaban por abrirse. Increíblemente, del otro lado había un gran grupo de personas esperando. La chica instintivamente giró la mirada hacia el chofer, que estaba muy lejos, pero lo suficientemente cerca para divisar cómo él giraba su mirada hacia ella. Un escalofrío recorrió su espalda cuando vió que, mirándola fijamente, decía algo; algo que escuchó claramente como si estuviera hablándole al oído: "Váyanse y no regresen".
Ella inmediatamente se levantó y, tomando la mano del muchacho tiró de él y corrieron en dirección a la puerta. Éstas se abrieron a la par que ambos se acercaron a ellas. Sin detenerse, entonces, salieron del tren, chocando con las personas que entraban... personas que, como policía, a la chica le daban mal aspecto.
Sin embargo, desde ese momento, sabía que el final sería peor para ellos que lo que ellos pudieran causarle a alguien como ella.
Una excelente creepypasta. ¿Planeas continuarla? Porque... Yo la leería. Es realmente una muy buena historia. Y lo del sacrificio fue la cereza del pastel. Aunque dejame ver si entiendo... ¿El tren siempre hace lo mismo a la gente? Eso me pareció muy muy aterrador. ¡Gracias por compartir esta historia!
-A.
¡Ah, muchísimas gracias! ¡Muy agradecida! Es un verdadero halago cuando a la gente le gusta lo
que hago 😁
Y... sí, entendiste bien xD El tren continuará con su 'trabajo', en todos los sentidos.
Y puede que a veces incluso sus pasajeros se enfrenten a retos diferentes a ese, con diferentes resultados...
... Probablemente sabrás más de él pronto ·w·
Muy bueno, es un placer encontrar creadores que se lo curran como tu , gracias por compartir, el equipo Cervantes apoyando a la comunidad.
Muchísimas gracias, me alegra que les guste. Una comunidad muy bonita y unida =)