Hace unos meses desempolve la vieja cámara de mi abuelo y decidí que tenía que hacer fotos con ella a como diera lugar. Para ese momento el universo hizo su parte y pase de no saber como empezar, a tener un montón de posiblidades. Conocí, gracias a un amigo, un pequeño foto estudio en el que todavía trabajaban con fotografía análoga, vendían rollos y revelaban negativos.
Así comenzó todo.
La cámara de mi abuelo es una Olypumpus Pen EE-2. Es una cámara preciosa, pequeña e ideal para salir a hacer fotos en cualquier momento, ya que puedes incluso llevarla en tu bolsillo sin ningún problema.
No hay mucho que decir acerca del manejo de esta cámara, su uso es muy sencillo: abres la tapa, colocas el carrete con mucho cuidado para no dañarlo, cierras la tapa nuevamente y listo, ¡vas a hacer fotos!
Ahora viene el dato divertido acerca de la Olympus Pen EE-2, y es que divide en dos cada fotograma. Si has comprado un carrete de 24 fotos, tendrás 48, y si has comprado uno de 36, ¡tendrás 72 fotos!
Un ejemplo de como luce la división de fotogramas al revelar:
El resultado de las fotografías es muy bonito, en especial para los que nos gusta mucho lo "vintage". Es una cámara muy práctica, aunque un poco aburrida para quienes nos gusta jugar con el enfoque, las luces, el zoom y todo eso. El lente de la Olympus sólo puede moverse para configurar el ISO del carrete con el que estarás trabajando, pero lo bueno de ello es que haces fotos sin pensar demasiado en el resultado, porque de todas formas no puedes controlarlo.
Estás son algunas de las fotos que hice con los primeros carretes que tuve:
En mi próxima entrada les voy a compartir como siguió este viaje por la fotografía analógica, ¡y advierto que no dejarán de ver posts como éste por aquí! :)
No sabes cuanto he querido tener una camara como esa, qué suerte que tu abuelo la haya tenido.
Pues sí, es preciosa 💙 deberías considerar comprar una en algún momento, ya verás que la encuentras.