TAICHI CHUAN
Gracias a la practica dinámica del taichi podemos detener la mente en su vagabundear, en su forma de inquietar nuestra alma.
El movimiento y las técnicas sirven para mantener la mente ocupada y, por tanto, para disponer de un hilo conductor que nos mantenga en el camino. Los practicantes expertos pueden llegar a fundir ambas cosas y entrar en ese espacio del vació absoluto que busca el Tzu Chan (meditación) y encuentra el Universo.
A traves de la practica, viven el proceso de purificacion de sus mentes, de sus cuerpos y de sus espiritus, alcanzando ese estado de autentica intimidad sin condiciones que aumenta la sensacion de su verdadera libertad de amar, para llegar a sentirse uno con el Universo.
Esta es la danza invisible del taichi
Excelente!