Hoy quiero compartir con todos ustedes, una hermosa experiencia que viví este martes 24 de julio. ¿A qué me refiero? A una actividad llamada Encuentro de Jóvenes en la orden ministerial de nuestra Casa de Oración donde participó mi hermosa hija Génesis.

La actividad comenzó desde las 6:30am hasta 8:30pm; compartieron con un excelente equipo de Líderes que les brindaron talleres de crecimiento personal, almorzaron, merendaron y lo mejor de todo es que lo disfrutaron al máximo. A todos los representantes nos solicitaron que les escribiéramos una carta para dársela como obsequio casi al final del evento y donde sus padres estaríamos esperándoles en otra sala para regalarles besos y abrazos.

Con su lindo nombre le escribí…

G racias a Dios por vestir de luz mi vientre, ahora tienes 15 años de edad.
É res como una hermosa perla cultivada con mucho amor.
N ada ni nadie, podrá quitarte el manto de luz que reviste tu ser.
E res la niña de mis ojos y la de Dios también.
S iente cada vez que cierres tus bellos ojos, el latir de mi corazón.
I luminas mi vida cada día y logras cautivar mi corazón con tu exquisita forma de ser.
S in ti muchas cosas no tienen sentido, eres una de mis mejores razones para vivir.

Y terminé diciéndole…